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martes, 31 de agosto de 2010

¿LO MATERIAL OPUESTO A ESPIRITUAL?


Me decía en una ocasión una señora: Ustedes las personas espirituales...

Yo la corté inmediatamente y le dije: Señora, no hay personas espirituales y otras no espirituales. Hay maneras de vivir las cosas con espíritu o actitud desde el fondo de sí mismo o desde la periferia de nosotros mismos. Pero todos somos lo mismo como personas. Lo que distingue a unas personas de otras es la actitud interna con que se vive la vida o se hacen las cosas.

Existe ciertamente un problema que afecta a la mayor parte de la gente en esa dicotomía creada entre lo espiritual y lo material.

Por una parte vivimos inmersos en un mundo en el que necesitamos de ciertas cosas materiales y por otra sentimos que algo nos está reclamando la atención y la vida, hacia unos valores superiores.

La causa de esta oposición de fuerzas está en nuestra formación. Se nos enseñó que para ser buenos hemos de renunciar a las cosas materiales. Y así se originó esa lucha interna.

Por una parte la persona quiere desarrollarse y realizarse a través de la lucha por conseguir ciertos objetivos terrestres o materiales. Pero dentro, están resonando las enseñanzas recibidas de que hay que tender hacia objetivos más espirituales.

Ante este dilema la mayor parte de la gente toma un camino neutro de pacificación en el conflicto.

Por una parte estas personas tratan de ocuparse para lograr una vida material cómoda para sí y los suyos y por otra se adhieren a ideologías y prácticas más o menos espirituales con lo que tranquilizan su inquietud. Siguen la política del mono: mientras quedan agarrados a una rama con la cola, agarran otra rama con las manos. Es la tendencia a la seguridad.

Pero cuando la persona trata de buscar verdadera explicación y solución a su problema no queda tranquila con esta solución media o mediocre.

Las personas que buscan la solución verdadera siguen preguntándose por qué ha de haber oposición entre lo que llaman material y lo que llaman espiritual. Cómo es posible que la Vida que es Una, esté o tenga que estar dividida en nosotros, en la práctica diaria.

Porque la verdad es que no hay una vida espiritual y otra material. No. No puede ser.




Lo que ocurre es que la Vida aparece dividida en muchas facetas o aspectos cuando yo me sitúo en una sola parte de ella identificado y encerrado en una parcela determinada. Es por tanto mi mente o mi mirada la que provoca esa aparente división de la Vida. Si la viviéramos desde el centro mismo veríamos que no hay alto ni bajo, bueno o malo, derecha o izquierda.

Es lo que nos ocurre con nuestros antípodas. Si a mí me dicen dónde está el cielo señalo arriba, el espacio encima de mi cabeza. Si se lo preguntan a mi antípoda que vive en la parte opuesta del planeta señalará también arriba de su cabeza que es precisamente lo opuesto a lo que era arriba para mí. Si en cambio nos colocáramos en el centro de la tierra no habría arriba ni abajo.

La solución por tanto estaría en ver la vida en toda su complejidad desde el centro de ella misma. Y para colocarnos en el centro no hay otro camino sino VIVIR, VIVENCIAR la Vida no desde una ideología determinada sino en sí misma, VIENDO que todo es expresión de la misma y única Vida pero que la calificación es de la mente individual de cada uno que ha creado valores y nombres a los distintos aspectos de la Vida.

Vivimos tan identificados con nuestro cuerpo, con nuestras cosas, con nuestro prestigio, que hemos llegado a creer que cuanto mejor se vea nuestro cuerpo, más cosas y más prestigio tengamos, somo más, valemos más. Y así nos lanzamos a la conquista de cosas y más cosas, de valorar nuestra apariencia física por encima de todo y llegamos a esclavizarnos de todo ese mundo exterior y material. Pero no es que esas cosas sean en sí malas. La que es mala es nuestra actitud obsesiva de tener y poseer. Todas esas cosas que llamamos materiales son la corteza que contiene el fruto. Pero son necesarias. Son fruto también. Cama el árbol, como las ramas puesto que todo forma una unidad y no existe lo uno sin lo otro.

Todos somos espirituales en lo que somos interiormente y todos somos materiales por el cuerpo en que vivimos y las necesidades que éste tiene.

Pero el que la vida de una sea espiritual, no consiste en las cosas que se realizan sino en la actitud y en el nivel desde el que se realizan.

Tan espiritual puede ser el labrar la tierra, fregar los platos o escribir a máquina como el estar en oración íntima con Dios. Porque todo lo otro puede y debe ser un acto de oración o identificación con LA VIDA o Dios si se hace desde lo más íntimo de un mismo y con lo mejor de uno mismo.

Lo que da calidad o altura a nuestras acciones no es el objeto mismo de la acción sino la calidad o el nivel desde el que actúa el sujeto de la acción.

Cuando Dios crea o mantiene en el ser a un escarabajo es igualmente divino que cuando crea una rosa o un ser angelical.

Si aprendiéramos a ver y vivir desde el fondo de la Vida misma no existirían tantos conflictos inútiles en nuestra concepción de las cosas, de nuestros actos y de la vida.




Todo es Vida y la Vida es UNA.

Las divisiones son producto de nuestra mente.

Si vivimos desde esa Vida Una y no tanto conducidos por las parcelas divisorias de nuestra mente, eliminaremos muchos conflictos surgidos por lo que creemos material o espiritual.


Darío Lostado
(Vivir Como Persona)


domingo, 29 de agosto de 2010

MAHABARATA


HOMBRE REALIZADO



El Mahabarata es el poema épico más largo del mundo. Es 3 veces más largo que la Ilíada y la Odisea juntas. Es un poema hindú 1.000 años anterior a nuestra era. En él se encuentra el célebre "Bhagavad Gita" como una joya de grandes enseñanzas.

En este poema se dice: "Te voy a revelar un gran secreto: Nada hay superior al hombre."

La palabra "hombre" está expresada con el vocablo manush, que significa "hombre realizado", "hombre completo".

Es importante distinguir entre el hombre común o vulgar y el hombre realizado, aquel que ha realizado su naturaleza, aquel que vive plenamente lo que es en su verdadera naturaleza profunda.

Los místicos de todas las religiones o los no pertenecientes a religión alguna han coincidido en que la naturaleza profundo del ser humano es divina.

"Sois dioses e hijos del Altísimo", dice la Biblia.

Nada hay superior en el universo a un hombre realizado, consciente de sí mismo, porque este ser tiene todo lo humano y lo terrestre y, al mismo tiempo, es Conciencia Divina, capaz de vivir en el mundo consciente de su Naturaleza Divina.


Darío Lostado
(Despertar A La Conciencia Día A Día)


viernes, 27 de agosto de 2010

SILENCIO INTERIOR


Son muchos los que viven de sensaciones exteriores y ven como el objetivo de dicha y felicidad, una vida dedicada a satisfacer sus sentidos orgánicos o sus necesidades psíquicas afectivas.

Photo by Guillem.

El retiro silencioso de la vida del espíritu aparece, para tales personas, como una dolorosa renuncia y dura sacrificio, pues ignoran que en ese silencio interior reside la máxima felicidad, porque allí se contacta con la plenitud del Ser, La luminosidad de la Verdad y el Amor puro y sin sombras.

Mientras se vive en un nivel de sensaciones, ni siquiera se puede imaginar este mundo gozoso y feliz del espíritu.


Darío Lostado
(Mensajes De Verdad)

martes, 24 de agosto de 2010

AMAR DE VERDAD


Cada uno cree que su amor es el mayor y mejor y que como su amor no hay ninguno.
Son muy distintas y diversas las clases de amar.
Algunos aman porque encuentran satisfacción física o psíquica en su relación amorosa.
Otros idealizan a la persona amada y aman sus fantasías sobre ella.
Otros aman por resolver sus problemas económicos.


Darío Lostado
(Mensajes de Amor)


domingo, 22 de agosto de 2010

EL CAMINO DE LA VERDAD


Hay pautas que deben tenerse en cuenta para que el trabajo interior sea útil y eficaz.
Ante todo, aclararse que lo más importante de todo, es el conocimiento de sí mismo en profundidad. Saber cuál es La Verdad de ti. Qué es lo real y esencial y cuáles son las apariencias.

En segundo lugar, ten bien claro que nada extraño a ti, te dará la iluminación o el estado de conciencia pleno y de felicidad. Sólo está en ti. Y lo has de encontrar tú. Sólo está en ti. Y lo has de encontrar tú. Si alguien te ayuda en esa tarea está bien. Pero serás tú quien la realices.
Ten cuidado de no caer en sectarismos. Existen escuelas o grupos con afán proselitista. Si hay fines espurios, ahí no puede estar La Verdad que buscas. El camino de La Verdad es simple y no complicado. Simplicidad no es superficialidad.


Darío Lostado
(Mensajes Para Elevar La Conciencia)


miércoles, 18 de agosto de 2010

¡POR QUE ESTAMOS AQUÍ?


Todos los problemas que existen en el mundo, están en el interior de cada uno.
El ser humano tal y como existe "aquí y ahora" en este planeta Tierra es un ser autodesarrollante.
No sabemos cómo ni por qué pero lo cierto es que el hombre no está completamente hecho, "perfecto". Su misión en la vida es "hacerse", perfeccionarse, realizarse o lo que es lo mismo, hacer efectivo, llevar al lo que es en potencia.
Al olvidar esta su misión, el hombre se lanza en la vida a una actividad frenética por "realizar" una idea que tiene de sí mismo, que consiste en satisfacer ciertas exigencias físico-materiales de los sentidos y en sobreponer la idea de sí a la idea de los demás o lo que es lo mismo hacer que su ego o "yo" interior esté siempre por encima del ego o yo inferior de los demás.
Y aquí surgen los problemas.
Los problemas los crea cada uno cuando en lugar de dedicarse a "realizar" su misión, su propia naturaleza verdadera, se lanza a defender y fortalecer ese fantasma imaginario que se ha creado de sí mismo.
Todas las guerras, todas las injusticias sociales, todos los conflictos humanos internacionales tienen su origen en los desajustes y conflictos internos del hombre. Y no del hombre abstracto sino bien concreto, en tí, en mí y en cada uno de los que caminan por la calle. Es cierto que los conflictos internos de los hombres que dirigen y gobiernan los pueblos y los Estados tienen más influencia e importancia que los de un simple ciudadano sin poder alguno en la sociedad. Pero cada una de nosotros cooperamos a nuestro modo en ese estado de cosas.
Las ciencias psicológicas han creado e ideado terapias diversas para cambiar o mejorar la conducta humana. Las más avanzadas tratan de cambiar la actitud mental del hombre. Se dice que la mente con un determinado tipo de ideas conduce a un determinado tipo de conducta. Por tanto basta cambiar los contenidos mentales que son las ideas para que la conducta también cambie.
Hasta ahí todo eso es correcto.
Pero hay que resolver el problema base que es la base de todos los problemas.
Entre todas las ideas que albergamos en la mente hay una que la máxima relevancia e importancia en nuestra vida. Es la idea que tenemos sobre nosotros mismos.
Es evidente que siempre hemos de tener una idea sobre nosotros como la tenemos sobre todas las demás cosas. Pero lo grave y nefasto es que constituyamos y hagamos de esa idea el eje y centro de nuestra existencia y nuestras preocupaciones.
Eso es exactamente lo que se intenta cuando se propone como un gran método terapéutico el cambiar y mejorar la propia imagen. Es cambiar la idea que tenemos de nosotros mismos por otra más elevada y positiva. Así estamos constantemente dando vueltas alrededor de un mundo de ideas, planeando sobre un mundo irreal en lugar de aterrizar, posarnos y afianzarnos en la realidad de nosotros mismos.
Se trata de descubrir por vivenciación y experimentación al sujeto de todas esas ideas. Quién es el que vive en este cuerpo, quién es el sujeto y actor de estos pensamientos, quién es el que percibe más allá de todas las sensaciones y percepciones.
Cuando nos demos cuenta de que el origen de las ideas que tenemos de las cosas y de nosotros mismos no es otra idea ni el cerebro sino una energía-realidad consciente y amorosa, directa de ello, eliminando y anulando todas las ideas preconcebidas por bellas y sanas que parezcan, entonces nuestra vida dará un giro radical y no necesitaremos de psicoterapias para cambiar de ideas o de imagen.


Nos han enseñado muchas cosas en el colegio y en la Universidad, pero no nos han enseñado a vivir. Es que son muy escasos los maestros de vida. A vivir sólo se enseña viviendo, como a amar sólo se enseña amando. De poco sirven las teorías, en esas dos asignaturas, que en realidad ambas son una sola. Lo importante es vivir consciente y amorosamente. No nos han ensañado qué significa estar completamente vivos.
Nos enseñan cómo mantener vivo y robusto nuestro cuerpo. Pero no cómo estar completamente vivo y despiertos.
Las preocupaciones de nuestros padres y educadores se han reducido a que nuestro cuerpo funcione lo mejor posible y que nuestra conducta se acomode lo más perfectamente posible a la sociedad en que vivimos.
Vivimos alejados de nosotros mismos. Es necesario volver al re-conocimiento de nuestra verdadera identidad real.
No sabemos con exactitud qué somos porque no nos lo hemos propuesto como problema básico y fundamental.
Creemos que somos lo que en realidad no somos.
No sabemos vivir porque no sabemos quién y qué es el que vive en esto que llamamos nuestro cuerpo, quién es el que vive esta vida que llamamos nuestra.
Las guerras, las crueldades, las injusticias... no son producto de unos cuantos señores más o menos locos, déspotas o ambiciosos. Somos todos, los que producimos y creamos ambiente de guerra. Vivimos permanentemente en pie de guerra porque vemos por todas partes actuales o potenciales rivales y enemigos.
La causa de las guerras y de las injusticias está en el corazón de cada uno de nosotros.
Hay guerra, desunión y desintegración dentro de nosotros. Desintegración o lucha entre el consciente y el inconsciente, contradicción entre lo que pensamos, decimos y hacemos y sobre todo desintegración entre lo que realmente somos y lo que vivimos.
No somos lo que vivimos. No vivimos lo que somos. Vivimos lo que no somos.
Somos todos un cielo. Pero la vida de muchos suele ser un infierno o por lo menos un purgatorio.
Cada uno de nosotros somos una maravilla potencial. Esa potencialidad puede actualizarse, puede realizarse cuando lo decidamos nosotros mismos. Pero únicamente lo decidiremos cuando lo veamos con toda claridad, cuando nos convenzamos de que esto no es una mera frase sino una auténtica realidad vivenciable y experimentable.
Vivimos dormidos. Mientras no despertemos, seguiremos viviendo este ensueño en el que estamos metidos creyendo que somos esto o aquello, que somos así y debemos ser asá. Todo son imaginaciones, sueños falsos, ideas e ideales. Muchas veces cuando vemos que no somos como deberíamos ser nos abandonamos al sueño de imaginar que algún día llegaremos a ser lo que imaginamos como nuestro ideal.
Todo esto es real. Aunque es posible que algunos de mis lectores lleguen a pensar que son unos simples remotas y bellas ideas.
Está muy lejos de mí la intención de acaramelar las mentes con un optimismo barato. No hablo de esperanzas de futuro sino de realidades presentes. Lo que digo no es válido para una vida posterior a esta. Sólo hay una vida. Cuando el cuerpo muere casi todo sigue igual. Solamente desaparecen las limitaciones del cuerpo material. Tu yo , tu ser, sigue vivo.
Lo que yo digo es válido para todos y para este mismo momento. Está destinado a todos y no sólo a unos cuantos privilegiados. Aunque sí es cierto que solamente lo ven lo viven y lo disfrutan los que se deciden con toda su alma y lo toman como el asunto más importante de su vida.


Lo más dura en el trabajo sobre la búsqueda de nosotros mismos radica en la dificultad de reconocer nuestros errores y falsedades. No nos gusta reconocer que vivimos engañando y engañándonos y que los seres más queridos también nos han engañado. Todo esto es muy duro y preferimos seguir en nuestro sueño antes que reconocer la verdad lisa y llana, que nos abriría la puerta de nuestra feliz y verdadera realidad.
Lo que yo propongo es un trabajo de investigación.
La investigación en las ciencias sociales se basa en buscar la naturaleza de la realidad fuera de uno mismo, en las cosas, en la materia, analizándola a través del cerebro, los sentidos externos y algunos sofisticados instrumentos que aumentan la capacidad de los sentidos orgánicos. Se investiga lo que se ve, lo que se oye, lo que se palpa, lo que se percibe por los sentidos y es medible, manejable y constatable.
El mundo occidental ha desarrollado esta clase de investigación en la medicina, física, química, biología, cibernética... Ha llegado a manejar hasta unos ciertos grados la materia, tanto la llamada viva de los organismos como la materia inerte.
La investigación interior no consiste en creencias ni en ideologías. Consiste en una visión clara interior de la propia realidad, de La Realidad.
Cuando esa visión se da, el que la tiene, siente el gozo de Ser la realidad siempre idéntica a sí misma. Entonces sabe quién y qué es él mismo.
Este estado de conciencia es posterior y superior al estadio de desarrollo que T. de Chardin llama la noósfera.
Cuando el ser humano llega a este estado de conciencia está preparado para contactar con otros niveles superiores del Ser.
La razón, la mente, los sentidos externos y los instrumentos sofisticados modernos nos proporcionan un tipo de investigación de la materia limitada. Pero no pueden darnos ningún conocimiento sobre la infinitud de La Vida y del mundo invisible que es el origen del mundo visible.
Los sistemas filosóficos empíricos solamente daban validez de realidad a todo y solo aquello que nos llegaba por los sentidos. Luego los racionalistas con su endiosamiento de La Razón, a la que levantaron incluso altares y estatuas, creyeron que el único medio fiable era la razón o la mente o el intelecto. Pero tanto la razón o la mente como el instrumento orgánico de que se sirve, el cerebro, son limitados. Con tales medios no se puede explorar lo más fino, lo más perfecto, lo más sutil. Lo más perfecto es siempre lo más simple, lo menos complejo.
Ahí se encuentra la dificultad de la investigación espiritual. Estamos acostumbrados a vivir de ideas y con ideas, siempre pendientes de la mente. Y la mente sólo sirve para lo complejo. No para lo simple. Lo simple solamente puede percibirse en la simplicidad del silencio mental con la luz de la inteligencia intuitiva y el sentir profundo más allá de los sentidos y las emociones.
Ver esto claro es una señal de demanda interior. Es señal de estar llamado a esta trabajo de un nivel superior. Cada uno vive en su nivel. Cuando se siente la demanda de "algo" más, hay que trabajar o disponerse a "ese algo más". Entonces uno supera su nivel anterior y poco a poco va viendo que lo que antes le llenaba y satisfacía, ahora le deja indiferente. Y también a la inversa: las cosas que antes le molestaban y le hacían sufrir, ahora no le hacen mella alguna.
A medida que va subiendo el nivel de conciencia, la perspectiva y los valores cambian.
Antes teníamos quizá muchos proyectos de cosas y muchas metas. Ahora aquellos proyectos y metas han perdido fuerza. Y entonces uno se pregunta: ¿Cómo es posible que eso que antes me parecía la antesala de la felicidad, ahora se vea como una tontería sin sentido?
A medida que se van descubriendo aspectos del mundo interior, los valores que daba a las cosas exteriores cambian.
Cada día vemos, que el mundo no es precisamente un paraíso. Uno tras otra van cayendo y fracasando las teorías políticas, económicas, sociales...


Las ideologías y hasta las religiones no logran que nuestro mundo sea más humano y más feliz.
¿Qué hacer?
Si queremos que el mundo sea un poco mejor y más feliz solamente hay un camino que nosotros podamos y tengamos que recorrer. Cada uno puede hacer que su pequeño mundo, el mundo de su vida com parte de su entorno cambie de signo. Nadie puede impedirnos el vivir desde nuestro mundo interior. Es éxito seguro. Cada uno puede transformar su vida. Todos podemos ser hombres nuevos.
No hay que hacer muchas cosas. Solamente hay que hacer una sola: ser auténticamente en cada momento de nuestra vida expresión clara y directa de lo que somos en nuestra realidad profundo.
Muchos queriendo cambiar el mundo, olvidan lo más importante: cambiarse ellos.
Un joven le dijo a Ramana Maharshi si en lugar de trabajar en conocerse a sí mismos, no sería más importante ocuparse de la justicia social. A lo que el maestro respondió: Desde luego, si ello es realmente importante y necesario para tu equilibrio interior.
Poco podemos hacer realmente efectivo por el mundo si no tenemos equilibrio interior, si no hay justicia dentro de nosotros.
Cada uno está donde está, para ser realmente lo que es, para cumplir la justicia consigo mismo y con La Vida, con la naturaleza que ha recibido. ¿Conoces tu naturaleza? Ocúpate de conocerla a fondo para que cumplas LO QUE ERES.

Darío Lostado
(Hacia La Verdad De Ti Mismo)


lunes, 16 de agosto de 2010

DIOS EN TI


Si supieras vivir en la presencia divina cambiaría tu vida totalmente.

Estar en la presencia de Dios no es pensar que Él está ahí frente a ti o junto a ti.

Vivir en la presencia de Dios significa vivir inmerso, unificado con Él. En esa presencia ya no hay dualidad de tú y Él sino sólo Su presencia que invade y colma tu vida.




No se trata de imaginar o pensar que Dios está junto a ti. Eso puede ser útil y provechoso, pero no es transformante del sentido total de tu vida. Solamente la presencia divina en ti hace que tu yo individual desaparezca, para que únicamente quede la Presencia divina. Ese es el acto permanente de amor entre tú y Él. Ahí está tu transformación auténtica.


Darío Lostado
(Mensajes de Amor)


miércoles, 11 de agosto de 2010

CREATIVIDAD


La mayor parte de las personas se levantan el lunes por la mañana, como si tuvieran un peso sobre su alma. Su atención suele estar fija en lo que significa de trabajoso y molesto el estar toda una semana sin descanso hasta el próximo sábado. Si centraran la atención en la posibilidad que les brinda La Vida para realizarse con ese trabajo que parece monótono y pesado, cada día y cada hora serían otras tantas oportunidades para vivirlas con alegría y gozo profundo.

Photo by Guillem

Hay que quitar de la mente la grabación fija de que el trabajo es pesado y duro. Cada acción puede ser creadora.


Darío Lostado
(Mensajes De Alegría)


lunes, 9 de agosto de 2010

¿CRECIMIENTO ESPIRITUAL?


Se habla muchas veces del crecimiento humano o espiritual de la persona. Y pareciera que crecer consiste en adquirir virtudes, perfeccionar ciertas cualidades...,etc.

Pero mi voz me dice

Tú eres ya en el presente todo lo que puedes llegar a ser como persona. Puedes adquirir conocimientos sobre distintas materias, puedes ejercitar ciertas cualidades, puedes adquirir unas determinadas habilidades... Pero todo ello es posible porque la potencialidad ya estaba en ti. Dicha potencialidad se actualiza, se manifiesta en actos externos en un momento determinado. Pero cuando esa potencialidad se actualiza no eres más de lo que eras.
Un aparente pordiosero que tiene guardado un gran caudal de dinero, mientras no muestra su fortuna aparece como pordiosero. Pero aún en el caso de no mostrarla ni emplearla, él es rico. Incluso puede darse el caso que muera de miseria por no usar su dinero para subsistir y habremos de convenir que era rico aunque muriera como pobre pordiosero.
Tú eres ya rico. Tú tienes todo lo que puedes llegar a desear. Únicamente hace falta que todo lo que eres lo conozcas y lo expreses. La existencia humana es una permanente manifestación, experiencia diaria y un progresivo crecimiento de la consciencia.

Tú no creces como persona. Lo que sí crece en ti es la consciencia de lo que eres. Cuando tu consciencia sobre tu realidad verdadera es más clara y más amplia, tu vida va cambiando. De egoísta pasas a ser generoso. De intransigente, comprensivo. De duro y cruel, suave y amable. De impaciente, paciente, etc., etc.
Las virtudes y cualidades son el fruto y manifestación de la mayor claridad y amplitud de consciencia. Cualquier mejoramiento de conducta que no sea fruto de amplitud de consciencia sino del temor, de la imposición autoritaria, conveniencia social... es crecimiento inestable e inauténtico.


Darío Lostado
(...Pero Mi Voz Me Dice...)


domingo, 8 de agosto de 2010

TODO ES ADECUADO


Son muy pocos los que llegan a comprender que todo, incluido lo que aparece y resulta doloroso e incomprensible, es como debe ser. Todo está bien, todo es correcto.

-¿Cómo puede ser correcta una guerra o un crimen?- me preguntan.

Todo está adecuado al nivel de conciencia en que vive la persona que lo ejecuta. En cierto nivel de conciencia, sólo pueden seguirse actos correspondientes a dicho nivel.


Cuando alguien comete un crimen, está haciendo lo que se corresponde con el nivel primario de la salva: hacer lo que me agrada y me conviene a costa de lo que sea y de quien sea. Visto desde un nivel algo superior, parece y resulta una barbaridad. Pero en su nivel es lo lógico.


Darío Lostado
(Mensajes Para Elevar La Conciencia)


sábado, 7 de agosto de 2010

ALEGRÍAS FUGACES


Muchos son los que ponen toda la esperanza de su alegría en motivos triviales y baladíes. Muchos piensan que serán felices con la suerte en la lotería o juegos de azar.
Pero esa alegría es muy poco consistente y totalmente falible y fugaz.
Toda alegría que se base en los halagos del ego es tan falible, como falaz e inestable es su fundamento.


Todas las satisfacciones de los sentidos son buenas, como todo lo que la vida nos ofrece. Pero son fugaces y engañosas. El creerlas permanentes es causa de serias y probadas desilusiones.


Darío Lostado
(Mensajes De Alegría)


jueves, 5 de agosto de 2010

EL JUEGO DE LA VIDA


El discípulo se acercó al maestro y le dijo: "Me siento muy perplejo y confuso. Nos has dicho:

que amar es vivir...

que todo aquel que ama es feliz...

que donde hay amor hay alegría...

que el amor vence todas las dificultades...

que el amor es más fuerte que la muerte...

que quien ama jamás se siente solo...

que Dios es amor...

que a quien tiene a Dios nada le falta porque Dios está en él...

que el amor es la mayor riqueza humana...

Veo también que todo el mundo dice que ama, que todos cantan al amor, todos hablan de amor... Las películas, novelas y teatro versan casi siempre sobre el amor...

¿Por qué, maestro, si el amor es tan bello y todos aseguran amar y todo gira sobre el amor, hay tanta amargura, soledad, egoísmo, tristeza, infidelidad, engaño e infelicidad en el mundo y en el corazón de los hombres?"

Y el maestro respondió con estas palabras:

Hubo una vez un pueblo lejano en el que todos ocupaban gran parte de su tiempo en jugar juegos de azar y otros pasatiempos con monedas y billetes falsos o desvalorizados. Todos poseían gran cantidad de ellos. Todos parecían ricos. Muchos llegaron a creerse ricos de verdad. Pero ocupados en el engaño de sus juegos, cayeron en la más miserable pobreza. No podían adquirir ni lo más imprescindible para subsistir. Era paradójico. Todos se creían ricos, siendo en verdad paupérrimos indigentes. Y las enfermedades, calamidades y miserias se cebaron entre la población.

Hubo entre ellos alguna digna y honrosa excepción. Unas pocas personas, sencilla y calladamente, distinguieron el dinero verdadero del falso y adquiriendo el verdadero vivieron con salud, alegría y paz en medio de las miserias de su despreocupado e ignorante pueblo, siendo no obstante rechazados por la locura de la mayoría que los tachó de idealistas ilusos..."

El discípulo dijo al maestro: "¿Por qué no explicas el sentido de la parábola?"

Y el maestro le respondió:

"En el mundo en que vives hay valores verdaderos y falsos. La mayoría de los hombres están tan embebidos en el juego de los falsos valores convencionales, que se han olvidado de sus valores reales. Están tan absortos 'con sus juguetes'... con las falsas monedas del éxito... las apariencias frívolas y vanidosas... el orgulloso ardor por el poder... la obsesión por el placer momentáneo del sexo... que han llegado a desconocer y olvidar el verdadero camino de su felicidad.
Uno pocos comprenden que lo más meritorio e inapreciable no consiste en las conquistas frívolas externas sino al juego social. Son los que saben distinguir la moneda verdadera de la falsa. Son los que distinguen el placer de la felicidad, las apariencias, del fondo de las cosas, lo transitorio, de lo permanente, las posesiones y el dinero de la verdadera riqueza inferior, la ilusión, de la realidad; la engañosa mentida, de la verdad sana; las palabras huecas, del sentimiento puro; los formulismos veleidosos, de los principios básicos...

Todos ellos son tachados por la mayoría como ingenuos e ilusos, pero son los sabios auténticos".

Descubrir y entender el juego convencional del mundo es la sabiduría más útil y necesaria.

No todo lo que brilla es valioso. Mientras no se descubra el valor de lo simple y sencillo y se viva de la verdad y no de fantasías vanas, los errores del mundo serán la monedo falsa de la vida, y sus consecuencias, el vacío y la aflicción.

Se habla mucho del amor, pero no se vive de él.

El placer emocional es la cara falsa del amor.

Los deseos, pasiones y placeres egoístas son monedas falsas con nombre y apariencia de amor.

Los deseos, pasiones y placeres egoístas son monedas falsas con nombre y apariencia de amor, que no pueden comprar la paz y felicidad verdadera.

En la vida hay muchas clases de juegos falsos, frívolos y engañosos.

El juego auténtico de la vida es el juego de amor verdadero.

¿Cuál es tu juego?


Darío Lostado
(Atrévete A Ser Libre)



martes, 3 de agosto de 2010

MIRAR Y REIR

Ayer estaba agitado, tenso, preocupado.
Oía noticias calamitosas, guerras por tantas partes del mundo. Me preocupaba el trabajo que tenía que hacer, el compromiso que debía cumplir, los proyectos, las cosas...
Me detuve y me dije: Darío, ¿qué estás haciendo?
Entré dentro de mí.
Todo se aquietó.
Miré atrás. Miré en mi derredor. Las cosas iban cambiando de color. Pienso que serían las mismas. Pero no parecían las mismas. ¡Era todo tan distinto!
Cuando miro el mundo, los acontecimientos, las cosas desde el centro de mí, desde donde yo soy yo y no mis pegajosos e intrusos pensamientos y sentimientos, ¡qué distinto se ve todo!
Es la visión del mundo, de los acontecimientos y de las cosas desde una perspectiva nueva. Lo que normal o habitualmente parece tener mucho valor o mucha importancia, ahora de risa.
Casi todo se ve como intrascendente.
Lo que sí se ve como importante es el darme cuenta de lo que soy, lo que es el mundo en el que me encuentro, mi lugar en este Universo... Y ciertamente es una visión gozosa. Mirando hacia atrás y hacia abajo me dan ganas de carcajearme de mí mismo, de mi estupidez, de mi ignorante necedad, de mis dramas sin sentido, de mis tragicomedias absurdas.
Me dan risa los éxitos, los fracasos, las alabanzas, los vituperios...
Me río sobre todo de lo cómicos que resultan esos denodados esfuerzos por caer bien, por quedar bien...
Me río de mí. De lo dramáticamente que he vivido ciertos momentos, ciertos acontecimientos, ciertas situaciones.
Mirando el pasado veo mi vida como una tragicomedia que la viví como tragedia, siendo una cómica e infantil comedia.
Veo personas leyendo estas líneas con caras serias y diciéndome: ¡inconsciente, irresponsable! Y comprendo que desde su perspectiva tienen razón.
Pero, amigo, amiga ¿crees que haces más por resolver tus problemas o los del mundo mirándolos con esa mirada trágica o dramática, mejor que desde la realidad de tu centro intimo personal. Yo no lo creo.
Con esa perspectiva, esos valores y esa amargura en el alma con que suelen verse los acontecimientos y las cosas no hay lugar para una acción positiva y efectiva.
No te pido que te rías,
Te pido que mires, si eres capaz , desde el centro de tí mismo. Verás qué risa te dan cosas que ahora te dan tristeza y pena. Pruébalo, pruébalo y verás.


Darío Lostado
(Vivir cómo Persona)