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domingo, 13 de abril de 2014

NIDO VACÍO




Cuando realmente entendemos, comenzamos a utilizar nuestro propio lenguaje, nuestra propia expresión, ya no nos atenemos a fórmulas ni a frases que nuestros maestros utilizaron.

Roy Whenary

lunes, 11 de junio de 2012

CADA AMANECER ES UNA BENDICIÓN


Cada día, cada hora, cada instante puede ser el mejor de tu vida.

Mejor aún. Este instante, este momento de ahora en que lees estas líneas es el mejor de tu vida. Porque éste es el único que tienes. Este minuto en que yo estoy escribiendo estas líneas es para mí el mejor de mi vida.

Todos los momentos gratos y felices del pasado ya no existen. Puedo revivirlos con el recuerdo de mi memoria. Pero lo que únicamente cuenta es lo que pienso y siento AHORA. No lo que pasó o pensé en el pasado. En último caso es lo que ahora hago con aquel recuerdo que ahora lo hago presente en mi memoria.

Cada amanecer puedo ser una persona nueva.

Cuando abro los ojos por la mañana y empieza mi conciencia a ser dueña de sí misma es como si en ese momento empezara a vivir.

Es cierto que ante la sociedad los errores que cometí ayer, en el pasado, han hecho que piensen de una manera o de otra sobre mí, que4 tengan una opinión favorable o desfavorable. Pero quien vive pendiente de la opinión que puedan tener los demás sobre sí mismo, jamás podrá vivir tranquilo ni un solo instante de su vida, porque siempre habrá alguien que pueda pensar desfavorablemente.

Hoy puedo cambiar mi vida. Ahora podemos cada uno hacer lo más importante de nuestra existencia: despertar.

Ahora, en este momento puedes empezar a amar de verdad, olvidando los juegos y palabras sobre el amor.

Ahora puedes sentir la energía del vivir.

Ahora, en este momento puedes tomar la decisión más importante de toda tu vida; tu propia transformación, el cambio de vivir habitualmente inconsciente de ti mismo, a vivir cada instante presente a ti mismo, a lo que eres, piensas sientes y haces.

Este es tu momento.

El amanecer de hoy no ha sido un amanecer más en tu existencia. Ha sido el gran amanecer de tu vida.

Desde toda la eternidad este amanecer estaba destinado a ser "tu amanecer", el amanecer de tu despertar, de tu transformación. Esto que estás leyendo y pensando en estos momentos no son palabras simplemente optimistas. Es una verdadera realidad. Lo que te estoy comunicando en este momento es un amanecer mío que se repite cada día. Pero puede ser tu amanecer si tú así lo deseas.

Los amaneceres son de cada uno. El sol sale para todos por igual. Pero cada uno lo recibe según su estado o nivel de su conciencia.


No esperes al amanecer de mañana para despertar. Porque el amanecer de mañana va a depender algo o mucho del de hoy.

Hoy, ahora es tu momento.

El sol de esta mañana te ha envuelto en una bendición. Solamente aprovechan esta bendición quienes son conscientes de ella.

Mañana, cuando abras los ojos al amanecer, podrás decirte y sentir que ese amanecer es el mejor de tu vida. Y lo será con más razón si el de hoy es el mejor hasta hoy.

Cada amanecer es un repique de campanas en el corazón.

Cada día las campanas te llaman a despertar, a ver, a vivir de un modo nuevo.

Ningún día, ningún instante es igual al anterior.

Para quienes viven inconscientes de la riqueza de sí mismos cada día, cada año es igual, La rutina inconsciente diaria, convierte en monótona y amorfa la vida.

El vivir mecánico, automático y monótono paraliza a la persona, la atrofia y la destruye.

Cada uno puede empezar a vivir cada instante con un corazón más conscientemente amoroso. Sin imposición. Únicamente estando presente a ti mismo, que eres quien vive y se da cuenta de que vive.

Cada día es una nueva bendición.

Cada amanecer es una bendición para ti.


Darío Lostado
(Somos Amor)

sábado, 10 de diciembre de 2011

SOLO PUEDE AMAR QUIEN ESTA DESPIERTO


No hay personas malas sino dormidas.

Como en el sueño físico, también en el sueño psicológico y espiritual hay muchos grados.
Hay quienes están profundamente dormidos, profundamente sumidos en la ignorancia de sí mismos.
Otros están habitualmente dormidos, pero ocasionalmente entreabren efímera y fugazmente sus ojos y entrevén tenuemente algo de la Realidad, de La Verdad.

Otros tienen chispazos de claridad y lucidez.
Otros tienen mayores aunque aislados momentos de lucidez.

Hay quienes viven medio dormidos, pero con una indudable intuición de La Verdad que les reclama por un mayor despertar.

Algunos pocos, muy pocos, suelen vivir despiertos.

Desde el sueño profundo hasta vivir despiertos hay innumerables grados de sueño.
Según sea el grado de sueño o lucidez es el grado de ignorancia o sabiduría.
A mayor sueño o ignorancia, mayor incoherencia, torpeza y perversidad.
A mayor lucidez de conciencia o sabiduría, mayor coherencia, más bondad y más amor.

Estar dormido es confundir los sueños con la realidad. Creer que los sueños son realidad.
Estar despierto es descubrir a cabalidad la realidad permanente, lo que no cambia, lo que está más allá de los sueños, los sentidos y la mente.
Estar despierto es comprender y percibir interiormente La Vida y la Belleza más allá de la rosa y el rosal.
Estar despierto es reconocer lo permanente como real y lo transitorio como aparentemente real pero realmente ilusorio.
Estar despierto es reconocer el pasado como muerto y el presente como el único instante vivo.
Estar despierto significa darse cuenta de que el sufrimiento es creación de tu mente y cuando te deshagas del dominio de la mente te desharás del sufrimiento.
Estar despierto significa aceptar la realidad tal como es sin querer ni pretender que se acomode a nuestros caprichos.
Estar despierto es descubrir que el tiempo es ilusorio como todas las cosas que medimos con él. Estar despierto es reconocer el ser real que es la base de todas las apariencias de cada cosa que consideramos como real.

La Realidad únicamente existe en el AHORA eterno e infinito.
Todo el pasado es de sueños. Como el futuro.

Mientras no entiendas o por lo menos vislumbres lo que estamos diciendo, es señal de que estás durmiendo y necesitas despertar.

En la medida que vislumbres o intuyas la realidad permanente más allá de la ilusoriedad de los sueños, empezarás a despertar.
Si no estás despierto a la realidad que en tí es amor ¿cómo podrás amar de verdad?
Tus amores serán inestables y ficticios como tus sueños ilusorios.

Un parámetro o piedra de toque para conocer la profundidad de tu sueño puede ser la cantidad y profundidad de tus sufrimientos y temores.
Si sufres mucho es que estás profundamente dormido.
Si van disminuyendo los temores y sufrimientos en tu existencia es señal de que vas despertando.
Los doleros físicos afecten más a quienes se resisten a aceptarlos. Los que están despiertos los aceptan como se acepta que tras el día llegue la noche.
El sufrimiento no está en las cosas, ni en los acontecimientos ni en la realidad sino única y exclusivamente en la mente dormida. Como los problemas no residen en los acontecimiento y reveses de la vida sino en la mente que percibe, los juzga como malos y no sabe percibirlos y entenderlos porque está dormida. No puede discernir porque se maneja con valores e ingredientes ilusorios del sueño.

Los elementos del sueño son válidos solamente para entender el sueño, pero no para la realidad que está fuera y más allá del sueño.
Nadie puede amar si no percibe y comprende la realidad amorosa que él es en lo más básico de sí mismo.

Todo lo existente es fruto y producto del amor.

Si eres consciente de que eres amor, amarás todo cuento es fruto del amor.


Darío Lostado
(Somos Amor)


viernes, 2 de diciembre de 2011

¡EL MUNDO ESTÁ DESPERTANDO!

Os dejo aquí un gran documental (un poco larguito) que abrirá los ojos y las mentes de muchos, y confirmará las sospechas e intuiciones de otros.

Os ruego que lo veáis y lo difundáis. ¡A cuanta más personas llegue mejor!

lunes, 26 de septiembre de 2011

VIVIMOS DORMIDOS


"Ya es hora de despertar del sueño", dice la Biblia.

Vivimos ordinariamente dormidos, sin conciencia clara de qué somos, dónde estamos, qué hacemos, por qué hacemos lo que hacemos, por qué sentimos lo que sentemos, qué sentido tiene para nosotros el vivir o el no vivir...

Vivimos generalmente empujados, arrastrados por el instinto y voluntad ciega, natural y espontánea de vivir, pero prácticamente inconscientes, muy poco despiertos.

Vivimos sin conciencia clara de quién es el que vive detrás de esas apariencias de este cuerpo, quién es el que está viviendo dentro y detrás de esa carne, y esos huesos que componen nuestro cuerpo.

Vivimos sin conciencia clara de quién es el que alberga esos pensamientos, esos conocimientos, esas habilidades de trabajar, de jugar, de desarrollarse y desenvolverse en la vida...

Vivimos sin conciencia clara de quién es el que está afectado por esos sentimientos agradables o desagradables que nos ponen alegres o tristes en cada momento, quién es ese que sufre o se alegra, ese que se preocupa, que se impacienta, que se atemoriza, que duda, llora, canta, ríe, goza...

Vivimos sin tener clara conciencia de quién y qué es ese "Yo" sujeto activo, que es el que realmente vive detrás de la vestimenta, detrás del cuerpo de carne, huesos, ojos, cerebro, órganos interno con sus células, moléculas y átomos.

Y si no sabemos quién es el que piensa en nosotros, quién es el que siente, el que se mueve, el que vive en nosotros, ¿qué podremos saber con una cierta garantía de certeza?

Si yo no conozco lo más próximo a mí mismo, si no conozco al que conoce, ¡cómo podré conocer las cosas que me rodean? ¿cómo me atrevo a hacer afirmaciones sobre lo que perciben mis sentidos? ¿podré conocer a esos otros a los que llamo personas, que son lo que yo soy, si no sé quién soy yo, que supuestamente es la persona que está conociendo? ¿podré conocer a ese Ser que llamo Dios y en quien supuestamente creo y del que digo que es el Ser más importante, el más grande, el más poderoso, el más sabio, el más bueno, el absolutamente prefecto, si no conozco a este otro ser pequeño cercano que soy yo mismo?

¿No será todo eso una simple afirmación sin sentido que repito sin verdadero conocimiento, sino como una cinta grabada que reproduce y repite lo que ha sido grabado en ella sin tener conocimiento de lo que significa y de lo que expresa?

El camino hacia lo Universal empieza en lo individual.

El camino hacia afuera empieza adentro.

El camino hacia los demás empieza en sí mismo.

El Camino hacia las cosas (que es la ciencia) empieza en el conocimiento de sí mismo(que es el sabiduría)

La comprensión del mundo, de los acontecimientos... de Dios, tiene necesariamente su origen y base en la comprensión de sí mismo, en el acontecimiento de conocerse a sí mismo, el sujeto que comprende y conoce.

Cuando me desconozco a mí mismo, es imposible que pueda conocer a los otros.

Cuando no tengo una auténtica aceptación de mí mismo, es imposible pretender aceptar a los demás.

Photo by Guillem.


Por más que me proponga y me imponga aceptar a las personas que me rodean, será un esfuerzo vano y de resultados muy momentáneos, mientras no comience por aceptarme a mí mismo, real y efectivamente, tal como soy, en lo que me veo como bueno y en lo que me veo como malo.

Solemos vivir preocupados y atormentados porque nos cuesta aceptar a ciertas personas.

Nos damos cuenta de que las circunstancias nos imponen el trato con esas personas que no nos caen bien. Nos proponemos no hablar mal de ellas y hasta tener buenos sentimientos y actitudes con ellas. A veces hasta es posible que consigamos en un momento determinado, ser amables con esas personas. Pero pronto volvemos a nuestra actitud de rechazo.

La explicación de esa conducta radica en que no empezamos por donde debemos empezar.

Haz que empezar por una aceptación clara, consciente y sincera de nosotros mismos, de ese que ve, piensa, siente, vive, que llamo "yo".

Nos daremos cuenta entonces de que nuestro comportamiento es como nosotros no quisiéramos que fuera. Nos daremos cuenta de que una cosa es lo que nosotros queremos o quisiéramos hacer y otra lo que realmente hacemos.

Aún admitiendo esa diferencia y a veces contradicción, entre lo que queremos y lo que hacemos, hemos de aceptar que así es y así hemos de aceptarnos.

No se consigue nada queriendo dar explicaciones, buscando los motivos y las causas de ese modo incoherente o contradictorio de comportamiento.

No se consigue nada queriendo dar explicaciones, buscando los motivos y las causas de ese modo incoherente o contradictorio de comportamiento.

Lo únicamente eficaz es aceptar los hechos tal cual son, aceptar nuestro comportamiento como es y ser muy claramente conscientes de cómo somos y cómo quisiéramos ser, evitando los intentos inútiles de justificarse y eximirse de responsabilidades.

Frecuentemente jugamos a ser buenos.

A veces ni siquiera jugamos a ser buenos sino a tener buenas intenciones de ser buenos.

Con las buenas intenciones nos quedamos ya satisfechos como si "el intentar" fuera "realizar" y el decir fuera hacer. Y así seguimos dormidos en los laureles del engaño.

Solamente el aceptar la verdad tal cual es, nos liberará del error de creer que el sueño es la realidad y que el decir es hacer.


Darío Lostado
(Hacia La Verdad De Ti Mismo)




viernes, 29 de julio de 2011

ESTAR DESPIERT@


Lo más importante para una persona es estar despierta en cada situación de su existencia.

Si me preguntas qué es estar despierto será una prueba que ni estás ni has estado nunca despierto. Estar despierto es vivir con la conciencia siempre atenta y saber distinguir lo que es real y verdadero de lo que es solamente ilusorio e irreal. Si crees que aún estás dormido y no has despertado, enfoca y dirige la atención de tu mente en la dirección del centro donde está la luz, el centro de tu realidad.


Si mantienes habitualmente esa atención, despertarás con toda seguridad. Si dedicas algún tiempo cada día a ello, será mucho mejor.


Darío Lostado
(Mensajes De Verdad)


domingo, 26 de diciembre de 2010

DESPERTAR A LA REALIDAD


Me decía alguien: Tú hablas de cosas elevadas, abstractas y teóricas, pero la realidad de la vida diaria está ahí, en los hechos de cada día...

Le contesté: Mientras tú consideres que los hechos de cada día son la realidad, andarás en el error. Tú quieres solucionar los problemas de tu sueño siguiendo en el sueño. Y yo te aconsejo que salgas de él y despiertes. Al despertar, todos los problemas de tus sueños, que creías reales, se habrán solucionado. O mejor dicho, te darás cuenta de que nunca existieron. Yo sólo hablo para quienes quieren despertar y no para quienes desean seguir en su sueño.


¿Te resulta difícil aceptar que lo de cada día no es la realidad sino que ésta es ALGO muy distinto? Medita y lo verás.


Darío Lostado
(Mensajes De Amor)


viernes, 22 de octubre de 2010

AUTORREALIZACIÓN Y LIBERACIÓN INTERIOR




Las palabras, que suelen ser los vehículos para comunicarnos, muchas veces resultan torpes y son más un estorbo que una ayuda.
Autorrealización etimológica y semánticamente significaría la acción de hacerse realidad por sí mismo.
Bien mirado, la realidad ya es realidad. Siempre ha sido. Por tanto no puede hacerse.
La realidad que yo soy, la he sido y la seré siempre. Aunque me pase toda mi vida existencial-temporal sin darme cuenta de ello.
Lo que queremos expresar normalmente con la palabra "autorrealización" es el llegar a tomar conciencia de la realidad que somos y vivirla. Darme cuenta de la naturaleza de mi realidad y liberarme de los errores con que estoy encarcelado por las ideas que he llegado a formarme sobre mí mismo. Ninguna idea sobre mí mismo es mi realidad.
Por todo esto, autorrealización sería lo mismo que liberación interior.
Sew ha hablado y se habla mucho sobre la liberación de los pueblos de la pobreza, de las opresiones económicas, de las dictaduras, etc... Es un sano empeño y una noble labor. Pero la mayor parte de los hombres y mujeres están tiranizados y sojuzgados por una tiranía mucho más grave, más profundo y más sutil.
La mayor parte de los hombres y mujeres viven esclavizados por la idea que tienen sobre sí mismos. Viven esclavizados por un "yo falso, por el personaje que creen ser o como dirían muchos psicólogos por su "ego".
Lo peor de esta esclavitud es que casi nadie la reconoce en sí mismo.
La mayor parte de las personas prefieren hablar y gritar en favor de la liberación de los pueblos, más que trabajar en la propia liberación. Hablar y levantar pancartas en favor de los pueblos es más fácil, viste más y que da mejor y es más cómodo, que trabajar en descubrir nuestros propios errores y falsedades a los que estamos atados y esclavizados. El trabajo sobre la propia liberación interior es arduo y lento.
Es muy frecuente el caer en el error de estar pendiente y preocupado por el progreso que se va haciendo, en el trabajo sobre el mejoramiento de sí mismo.
Cada vez que estamos pendientes de si progresamos o no, es claro que no estamos en el camino verdadero de nuestro propio descubrimiento y liberación.
El que se aligra o entristece que lo que parece progreso o retroceso es el "yo" falso.
No te preocupes más que de ser consciente en todo momento de que eres tú el que estás presente aquí y ahora, en cada cosa, en cada situación.
El intento por estar presente con toda tu conciencia en cada momento y en cada cosa es ya un paso adelante.
No te preocupes si adelantas o no. Ese podría ser el primero de tus autoengaños en el camino hacia ti mismo.
Sólo intenta ser tu quien pone el pie una y otra vez en el camino de tu vida.
Autorrealización o realización personal es lo mismo que liberación. No es liberarnos de algo extraño a nosotros. Es liberarnos de la cárcel que nos hemos construído y en la que vivimos, esclavizados a una idea falsa de nosotros mismos.
Mientras no descubramos que estamos viviendo encarcelados, jamás podremos liberarnos.
Mientras vivimos ese mundo ficticio, creyendo que es real, nunca podremos disfrutar de la dicha de la verdadera libertad.


Cuando hablemos de la libertad, estaremos hablando de una libertad parcial, mediocre, ilusoria.
Mientras no salgamos de nuestro error y veamos claramente la verdad, difícilmente haremos nada efectivo de cara a nuestra verdadera liberación interna.
Nadie se liberará mientras viva erróneamente creyendo ser libre.
Y lo peor es que nadie podría liberarlo mientras él mismo no se dé cuenta y reconozca su error, y se dé cuenta que vive encarcelado.
Para eso es necesario darse cuenta del autoengaño en que está viviendo.
Un requisito indispensable para empezar a trabajar en la propia realización o liberación, es ser sincero consigo mismo, querer ver la verdad sobre nosotros mismos sea cual sea esa verdad. Aunque nos dé vergüenza, aunque nos parezca extraña, aunque nos parezca absurda.
Nos parece absurda la verdad de que vivimos en una prisión, en una cárcel porque la hemos ido construyendo nosotros mismos. Quizás en un principio lo hicimos como en juego, jugando con ilusiones, jugando con sueños.
Poco a poco fue transformándose en habitual. Y el sueño, el juego, llegamos a creerlo real. Vivimos el sueño como realidad.
Sólo llegará nuestra liberación cuando descubramos nuestro autoengaño y reconozcamos la realidad más allá de la ficción y del sueño.
No son muchos los que tienen valentía, claridad y coraje para reconocer la mentira, la locura, la falsedad y el error en que vivimos, cuando damos consistencia a valores que sólo son producto de una fugaz, transitoria e inconsistente idea de la mente, sin realidad alguna.
Nuestro error principal ha consistido en aferrarnos a ciertas ideas como si ellas fueran nuestro apoyo y sostén, cuando en realidad se han convertido en los barrotes de la cárcel en la que hemos vivido y estamos viviendo prisioneros.
Vivimos de ideas y no de realidades.
Vivimos de la idea que nos hemos formado sobre nosotros. Y nosotros no somos esa idea. Somos una realidad mucho más importante y consistente que esa idea. Pero la desconocemos porque nunca nos hemos puesto a mirarla cara a cara y a sentirla directamente.
Vivimos de las ideas que nos hemos formado de los demás. Los demás tampoco son esas ideas que tenemos sobre ellos.
Vivimos de las ideas de las cosas y las cosas tampoco son esas ideas.
Vivimos en un sueño, en una ficción.
La realidad es otra muy distinta. La realidad no puede "decirse". Cuando se dice ya se convierte en ideas.
La realidad sólo puede vivirse.
Hemos confundido lo real con lo ideal, lo permanente con lo transitorio, el sueño con la realidad.
Es necesaria mucha valentía para reconocer que eso a lo que hemos dado tanta importancia en tantos momentos de nuestra vida, con lo que hemos estado tan identificados en tal grado que hemos llegado a creer que somos éso, es necesaria, repito, tal valentía para reconocer nuestro error, que preferimos muchas veces seguir viviendo en el sueño y el error.
Sólo con una sinceridad profunda llegaremos a reconocerlo y aceptarlo.
Es de tal importancia este reconocimiento, que puede ocurrir que me vaya formando una nueva idea falsa dentro de mi cárcel de ideas, sobre mi propia liberación. Y seguirá el ciclo de autoengaño una y otra vez. Esta vez será el autoengaño de mi liberación.
La libertad es una palabra y un concepto engañoso.
La mayor parte de las personas piensan que son o serán libres cuando puedan hablar lo qué y cuando deseen, ir a donde deseen, hacer y comprar lo que deseen... Y viven tras esa vana, lastimosa y errónea ilusión.
Existe un tirano déspota, un dictador cruel que nos gobierna habitualmente sin apenas fuerza de oposición.
Es un tirano difícil de desenmascarar porque lo hemos ido creando poco a poco nosotros mismos y nos dirige y esclaviza con una extraordinaria y casi imperceptible sutileza.
Es un tirano que nos gobierna haciéndonos creer que somos nosotros mismos los que llevamos las riendas de nuestra vida. Pero no. En realidad no somos nosotros.
Nuestro verdadero "yo" sigue amordazado en las mazmorras del error, dormido y abandonado en las manos de unas caprichosas marionetas vanidosas que no son sino las manos, pies y ojos de nuestro egocéntrico, superficial, caprichoso, miedoso, pobre y engañoso "ego" o "yo" falso, que ha suplantado a nuestro verdadero "Yo" y ha llegado a creerse, nos hemos llegado a creer que es el verdadero dueño y señor de nuestra casa, de nuestra vida.
Y así continúa el juego del engaño.
Pero además, como vemos junto a nosotros, cada día miles y miles de personas en el mismo engañoso juego, todavía nos afianzamos más en nuestro error porque llegamos a creer que eso es lo que tiene que ser porque los demás también son así.
Todavía el mal se agrava cuando vemos que los que detentan el poder político, económico, cultural y hasta el religioso también están metidos en el mismo juego.
Ante la fuerza moral de tan "importantes" personas, cuando vislumbramos la lucecita de la verdad que nos ilumina interiormente llegan a surgir las dudas: ¿estaré yo en el error?, ¿no seré yo un loco pretendiendo algo tan distinto de todos? ¿por qué no soy yo como los demás?...
Ante estas y otrtas semejantes razones solemos capitular y acallamos cobardemente nuestra demanda interior una y otra vez.
Pensamos que hemos de ir casi siempre contra corriente, que seremos tenidos por raros y locos. Los más generosos nos llamarán ilusos, idealistas.
Nuestro egolátrico y caprichoso dictadorcillo "ego" nos da un contundente discurso diciéndonos que estamos locos si queremos ser honrados en un mundo egoísta e injusto, que no queramos enfentarnos contra el mundo porque no conseguiremos nada, que somos unos soñadores idealistas si creemos que la verdad y el amor pueden vencer en un mundo de hipocresía, falso amor, ambición y odio.
Y realmente parte de eso es verdad. Y lo admitimos como si eso fuera todo verdad, toda la verdad. Pero aunque mucho de eso es verdad, no es toda la verdad.
Es verdad que domina la hipocresía, la ambición el desamor y el odio en gran parte de la gente.
Esta actitud de ambición, hipocresía, injusticia... tiene una importancia y trascencencia especial cuando se da y se observa en las personas que detentan los distintos poderes de la sociedad y en los medios de comunicación social.
Tienen una fuerza especial de convicción y arrastre negativo, las actitudes y ejemplos de aquellas personas que de una u otra forma son los dirigentes y representantes de organizaciones humanitarias, altruistas, educativas... porque ellos aparentemente por la finalidad de sus trabajos y empresas debieran estar libres de la ambición del poder, el dinero, la gloria y la fama. Y los hechos dicen lo contrario.
Mientras miramos y vemos todo ese entorno nuestro gobernado y dirigido por la ambición y egoismo de nuestro falso "yo", y vemos que los que gobiernan y pesan en la sociedad viven con estas pautas y estos valores, sentimos la tentación de abandonar el trabajo para vivir libres de las esclavitudes de nuestro falso "yo".
Pero la demanda interior urge desde el fondo de nosotros mismos.
Cuando uno está atento y sensible a la voz interior y mantiene el deseo sincero por la verdad, llega a derse cuenta que, por el hecho de que la mayoría de los hombres por muy encumbrados que estén en la sociedad, vivan esclavizados al dictadorcillo egolátrico de su "ego", No la constituye en el verdadero señor nuestro.
Ese falso "yo" sigue siendo un impostor.
Nuestro mundo, nuestro verdadero mundo personal será libre cuando quitemos la máscara y rasguemos los ropajes de ese impostor reyezuelo que ha llegado a entronizarse en nuestra vida.
Aunque el mundo entero siga bajo las órdenes de miles y millones de dictadorcillos, nosotros, cada una, el que quiera de verdad, podrá ser libre, con la verdadera libertad interior, la principal, la mejor libertad.


Nuestro despertar no será solitario y único, aunque así pueda parecerlo.
No seremos aplaudidos ni vitoreados ni8 siquiera reconocidos y aceptados por la mayoría que sigan esclavos. Incluso seremos tenidos por ilusos y locos. Pero nos sentiremos libres del juicio y opinión de los demás y nuestra verdadera libertad interior será luz en el mundo.


Darío Lostado
(Ama Y Haz Lo Que Quieras)



sábado, 17 de julio de 2010

DESPERTAR DEL SUEÑO


Muchos nacen dormidos, viven dormidos y mueren dormidos.
Muchos viven sumidos en un profundo sueño. En ese sueño tienen pesadillas, sueños agradables y sueños intrascendentes. Pero todos los sueños los viven como si fueran realidad.
Son muy pocos los que saben que toda esta existencia temporal es un sueño. Este sueño lo creemos real, así como creemos reales nuestros sueños mientras soñamos por la noche, hasta que despertamos a otra dimensión de conciencia. Eso mismo nos ocurrirá con este sueño de la vida presente.
Cuando pasemos a la otra dimensión después que el cuerpo muera con su mente, nos daremos cuenta de cuán ilusorio es el sueño de la existencia terrena.



¡Qué bueno es despertar ahora!


Darío Lostado
(Mensajes Para Elevar La Conciencia)