AMIGOS Y SEGUIDORES DE ESTE BLOG

miércoles, 28 de diciembre de 2011

SINTIENDO EL GOZO


El investigador y científico que pasa horas y horas en sus estudios e investigaciones, el amante de la música que se queda horas y horas oyendo las sinfonías de Beethoven o las óperas de Wagner, el filósofo que dedica días y noches a investigar el por qué los fenómenos naturales y humanos..., el asceta y místico que en silencio viven la Unidad con la Divinidad..., todos ellos aparecen ante el hombre vulgar -entregado a una vida material y frívola- como seres aburridos, tristes y misántropos, mientras lo cierto es que, en su dedicación al desarrollo de los niveles de su personalidad encuentran el gozo más profundo e íntimo que jamás puede sentir el ser humano. Tú también puedes intentarlo.


Tú también puedes intentarlo.


Darío Lostado

(Mensajes De Verdad)

lunes, 26 de diciembre de 2011

APARENTAR


Alejarse de la sencilla y honesta verdad, es siempre un riesgo peligroso.

Muchos se empeñan en dar una imagen determinada de su persona, con apariencias de éxito y aires triunfalistas, y el efecto resultante ante las diversas personas es muy variado y nunca el que se propusieron dar.


La realidad verdadera de la bondad, honestidad y espontaneidad es siempre la mejor garantía de éxito.

Quienes trabajan por crearse una buena imagen, jamás llegarán a ser auténticos.

Lo que tú eres como realidad es muy superior a lo que piensas que eres y deseas parecer.


Darío Lostado
(Mensajes De Verdad)



sábado, 24 de diciembre de 2011

NO HAGAS ÍDOLOS, NI SIQUIERA DE DIOS


Queremos encuadrar todo en nuestros esquemas mentales.

A lo que no entra dentro de nuestra corta lógica racional humana lo rechazamos como imposible. Así creemos ser más "racionales", nos mantenemos en la racionalidad.

Pero las cosas más asombrosas y fascinantes de la naturaleza están más allá de la racionalidad. Y más todavía los hechos espirituales que están fuera de las normas de lo físico, sensible y racional.

Cuando se saca a Dios del misterio se está haciendo un dios-ídolo de bolsillo para solucionar los gustos y caprichos más vulgares.

Muchos creen en un dios-idolillo.

Pocos viven al Dios insondable, indefinible.

-¿De qué trata su filosofía o ideología?, me preguntó.
-De nada, le dije.
-¿Cómo, de nada?
-Yo no tengo filosofía ni ideología, le dije.
-Pero...

No había manera de hacerle ver que ciertas cosas se expresan con palabras y conceptos pero no se pueden encerrar en ellos.


Lo indefinible no puede encerrarse en palabras limitadas. Únicamente se siente y se vive.

Cuando lo Indefinible e Indecible se expresa y se dice ya no es ELLO.

El ídolo es el empequeñecimiento de lo Infinito y el irracional y desmedido agrandamiento de lo pequeño y limitado.

Tan idólatras son los que rebajan a Dios a la categoría de un dios-ídolo de bolsillo para resolver sus problemas más absurdos, como los que enaltecen cosas o personas. otorgándoles absurda e irracionalmente un valor, una grandeza y poder que no les corresponde.

Conocer y vivir la Verdad es lograr el difícil y perfecto equilibrio.


Darío Lostado
(Somos Amor)

jueves, 22 de diciembre de 2011

UNIDOS EN EL SER


A pesar de las instintivas tendencias egoístas que gobiernan nuestro mundo, existe en todos nosotros un ansia profunda de amar y ser amados generosamente, desinteresadamente, Desde un nivel superior de conciencia podemos ver que todos estamos unidos en el Ser que nos hace ser. En un nivel en el que los egos no mandan ni gobiernan nuestras vidas. La Luz que somos, nos hace ver que todos somos UNO y no puede haber rivalidades ni cálculos egoístas, porque cuanto más doy, más tengo y cuanto más amo, más profundamente soy amado. En este nivel de conciencia, no existen los condicionamientos para amar. Se ama porque somos amor, sin esperar retribución alguna.




El amor, cuanto más verdadero, más difusivo es, sin necesidad de estímulo alguno para amar.


Darío Lostado

(Mensajes Para Elevar La Conciencia)

martes, 20 de diciembre de 2011

MENSAJE NAVIDEÑO - 2011

domingo, 18 de diciembre de 2011

FUGACIDAD DE LA VIDA

Mira y observa con atención.

Hace unos años, quizá meses, diste mucha importancia a ciertos hechos o situaciones que mirados ahora con calma te resultan intrascendentes.

Deberíamos ser más conocedores y conscientes de la fugacidad de todas las cosas y acontecimientos existenciales y no dar tanta importancia a situaciones que suelen ser irrelevantes.

¿Te das cuenta de que cada día vivimos un pequeño sueño y nuestra existencia no es sino una serie de esos pequeños sueños?



Observa cómo va cambiando cada instante lo que tú eres como apariencia existencial, tu cuerpo y personalidad.

Tu conciencia es la testigo inmutable que está ahí, viviendo todos los cambios.

No des tanta importancia a lo que no la tiene.


DARÍO LOSTADO
(Mensajes De Verdad)

viernes, 16 de diciembre de 2011

LIBÉRATE DE LO INNECESARIO


Estábamos en un gran aeropuerto. Mirábamos aquellas tiendas repletas de preciosos y tentadores objetos para ser comprados. Yo me reía con gran satisfacción, mientras recorríamos aquellas tiendas y escaparates deslumbrantes y atractivos. Un accidental compañero de viaje me dijo: "¿Por qué te ríes?"
Yo le contesté: "Por lo mismo que el sabio Diógenes mientras visitaba la feria de Atenas. Veo todo esto y pienso qué bien me siento no necesitando ninguna de estas cosas en absoluto".


El mundo de la publicidad está montado para hacer que se compren cosas innecesarias. Lo parcialmente útil lo convierten en necesario. Y el incauto comprador cae en sus redes engañosas.
El consumismo es la moderna modalidad de una esclavitud disimulada.
Quien no sabe prescindir de lo superfluo se convierte en prisionero de sus caprichos.

Muchos claman por su libertad, mientras son víctimas fáciles de esas pequeñas esclavitudes sin fin, de deseos y dependencias inútiles e innecesarias.

Son muy pocos los hombres y mujeres libres de deseos inútiles y absurdos.


Darío Lostado
(Atrevete A Ser Libre)

miércoles, 14 de diciembre de 2011

TÚ ERES EL SER ABSOLUTO


No te asustes. No te asombres.
Esa es la verdad. Yo, tú, él... somos el Ser Absoluto.
Mi cuerpo, como el tuyo, visible y sensible es manifestación de nuestro Ser invisible.
Tú y yo somos el Ser invisible que anima nuestro cuerpo. Ese Ser es El Absoluto.
Por eso tú y yo somos el Ser Absoluto.
Las Escrituras Sagradas de todas las religiones así lo dicen. Pero no sería necesario que lo dijeran. No puede ser de otra manera.
Nuestra mente crea dioses mentales. Estos falsos dioses mentales son el obstáculo para vivir al Dios verdadero.

Suele decirse que más vale creer en algo, aunque sea falso o inauténtico, que no creer en nada.
Yo creo que todas las creencias falsas son un obstáculo mucho mayor para llegar a la Verdad, que la ignorancia.
Si quieres tener seguridad, paz y gozo permanentes repite constantemente: Yo soy El Absoluto. Y créelo, porque es verdad.
Si lo repites siempre que puedas, con toda convicción. Él se hará presente en ti como la luz clarísima de La Verdad. No como un concepto de la mente sugerido por las palabras.
Se hará presente en ti como LA VERDAD, como La Realidad.
Llegar a esta convicción es encontrar el reposo en la propia casa.
Nada ni nadie podrá alterarte.


Darío Lostado
(Tu Vida Tiene Sentido)

lunes, 12 de diciembre de 2011

EL TRIUNFO Y EL ÉXITO


Es una preocupación insistente en la mayoría de las personas. Todos quieren sobresalir, ser o figurar los primeros en algo.
A veces se quiere destacar en lo más insólito y absurdo.
El éxito externo, el reconocimiento por parte de los demás es el más buscado, pero es el más vano e insubstancial.
Tú estás llamado a tener éxito interno, que significa:
triunfar sobre ti mismo,
ser auténticamente tú en cada cosa y en todo instante,
trabajar correcta y adecuadamente, prescindiendo de la aprobación y aplauso externo.


Sé un triunfador de ti mismo.
El gozo de este triunfo es interno, permanente y nadie te lo puede arrebatar.
El éxito externo se desvanece como el humo.
Cuando crees que lo has conseguido, desaparece engullido por el olvido, la indiferencia, la envidia o el desprecio.
Los mismos que hoy te alaban y ensalzan, muy posiblemente mañana te critiquen y desprecien.
Si quieres vivir en paz y serenidad, no pongas tu alma en el triunfo y alabanza engañosa y fugaz.
Siéntete feliz con el triunfo interno, tu acción correcta y adecuada en cada momento.


Darío Lostado
(Tu Vida Tiene Sentido)

sábado, 10 de diciembre de 2011

SOLO PUEDE AMAR QUIEN ESTA DESPIERTO


No hay personas malas sino dormidas.

Como en el sueño físico, también en el sueño psicológico y espiritual hay muchos grados.
Hay quienes están profundamente dormidos, profundamente sumidos en la ignorancia de sí mismos.
Otros están habitualmente dormidos, pero ocasionalmente entreabren efímera y fugazmente sus ojos y entrevén tenuemente algo de la Realidad, de La Verdad.

Otros tienen chispazos de claridad y lucidez.
Otros tienen mayores aunque aislados momentos de lucidez.

Hay quienes viven medio dormidos, pero con una indudable intuición de La Verdad que les reclama por un mayor despertar.

Algunos pocos, muy pocos, suelen vivir despiertos.

Desde el sueño profundo hasta vivir despiertos hay innumerables grados de sueño.
Según sea el grado de sueño o lucidez es el grado de ignorancia o sabiduría.
A mayor sueño o ignorancia, mayor incoherencia, torpeza y perversidad.
A mayor lucidez de conciencia o sabiduría, mayor coherencia, más bondad y más amor.

Estar dormido es confundir los sueños con la realidad. Creer que los sueños son realidad.
Estar despierto es descubrir a cabalidad la realidad permanente, lo que no cambia, lo que está más allá de los sueños, los sentidos y la mente.
Estar despierto es comprender y percibir interiormente La Vida y la Belleza más allá de la rosa y el rosal.
Estar despierto es reconocer lo permanente como real y lo transitorio como aparentemente real pero realmente ilusorio.
Estar despierto es reconocer el pasado como muerto y el presente como el único instante vivo.
Estar despierto significa darse cuenta de que el sufrimiento es creación de tu mente y cuando te deshagas del dominio de la mente te desharás del sufrimiento.
Estar despierto significa aceptar la realidad tal como es sin querer ni pretender que se acomode a nuestros caprichos.
Estar despierto es descubrir que el tiempo es ilusorio como todas las cosas que medimos con él. Estar despierto es reconocer el ser real que es la base de todas las apariencias de cada cosa que consideramos como real.

La Realidad únicamente existe en el AHORA eterno e infinito.
Todo el pasado es de sueños. Como el futuro.

Mientras no entiendas o por lo menos vislumbres lo que estamos diciendo, es señal de que estás durmiendo y necesitas despertar.

En la medida que vislumbres o intuyas la realidad permanente más allá de la ilusoriedad de los sueños, empezarás a despertar.
Si no estás despierto a la realidad que en tí es amor ¿cómo podrás amar de verdad?
Tus amores serán inestables y ficticios como tus sueños ilusorios.

Un parámetro o piedra de toque para conocer la profundidad de tu sueño puede ser la cantidad y profundidad de tus sufrimientos y temores.
Si sufres mucho es que estás profundamente dormido.
Si van disminuyendo los temores y sufrimientos en tu existencia es señal de que vas despertando.
Los doleros físicos afecten más a quienes se resisten a aceptarlos. Los que están despiertos los aceptan como se acepta que tras el día llegue la noche.
El sufrimiento no está en las cosas, ni en los acontecimientos ni en la realidad sino única y exclusivamente en la mente dormida. Como los problemas no residen en los acontecimiento y reveses de la vida sino en la mente que percibe, los juzga como malos y no sabe percibirlos y entenderlos porque está dormida. No puede discernir porque se maneja con valores e ingredientes ilusorios del sueño.

Los elementos del sueño son válidos solamente para entender el sueño, pero no para la realidad que está fuera y más allá del sueño.
Nadie puede amar si no percibe y comprende la realidad amorosa que él es en lo más básico de sí mismo.

Todo lo existente es fruto y producto del amor.

Si eres consciente de que eres amor, amarás todo cuento es fruto del amor.


Darío Lostado
(Somos Amor)


jueves, 8 de diciembre de 2011

YA ERES FELICIDAD


Estás contento contigo mismo, con lo que tienes y eres ahora.

No necesitas fantasear con lo que deseas en el futuro.

¿Para qué vas a idealizar lo que piensas llegar a ser, si ya eres Todo Eso en tu realidad más íntima?


¿Por qué pierdes el tiempo en una persecución obsesiva de posesiones cuando nadad de lo poseído te dará jamás un gramo de felicidad?

¿Todavía no te has dado cuenta de que la capacidad de ser feliz está ya en ti y no consiste en nada fuera de ti?


Darío Lostado
(Mensajes De Alegría)

domingo, 4 de diciembre de 2011

HACIA LA VERDAD DE TI MISMO


PARA QUE Y PARA QUIENES

Este libro como todos los libros sobre la búsqueda de La Verdad de sí mismo, solamente sirve para aquellos que sienten una auténtica y verdadera demanda interna de verdad por encima y aparte de todos los intereses egocéntricos de bienestar, salud, éxito o cualquier otro objetivo inferior.
Este libro y todo libro sobre este tema tampoco sirve, porque ya no les es necesario a aquellos que ya encontraron, ven sienten y viven desde la luz y la verdad de su Ser interior. Porque este libro va dirigido a un mejor discernimiento de la mente. Y quienes ven y viven desde su ser interior ya están más allá de la mente.
El día más feliz y pleno para una persona es aquel en que ya no necesita libros, el día en que ve con toda claridad que todos los maestros y todas las enseñanzas están en uno mismo. Y esto no lo sabe intelectualmente sino que lo ve, lo siente, lo experimenta.
Es entonces cuando La Sabiduría le habla directamente. El está en La Sabiduría y La Sabiduría está en él. Mejor aún, él es uno con La Sabiduría.
Lo paradójico es que eso ya lo somos. Por lo menos en teoría.
Tú, yo y cada uno de los seres humanos somos sabios, somos uno con la sabiduría, con la luz, con la felicidad. Pero no nos lo creemos porque vivimos llevados y traídos por las ideas y conceptos de nuestra mente. Somos la luz pero vivimos entre telarañas grises y oscuras de la mente. Somos sabiduría luminosa pero vivimos absortos y embaucados con tenues chispacitos momentáneos de la razón y la mente, en la que nos han entrenado como si fuera el "no va más", el gran poder humano.
Viviendo siempre en el mundo ilusorio de las ideas vemos como inalcanzable el mundo de la Realidad verdadera. Y ese mundo no es lejano. Somos esa misma realidad. Pero no nos damos cuanta. Somos La Realidad, pero no la vivimos.
Somos ricos pero vivimos como pobres harapientos menesterosos. No nos damos cuenta de que somos la misma riqueza.
Mientras no nos demos cuenta que vivimos con los signos invertidos, no llegaremos a sentir La Verdad de nosotros mismos.
Vivimos lo irreal como si fuera real y a lo verdaderamente Real lo consideramos irreal, lejano y utópico.
Este libro, estos libros, tienen como finalidad ir golpeando la mente para que empiece a despertar, para que salga de su sueño. Quien sueña y quien despierta es uno mismo. Yo no puedo despertar por ti ni tú por mí o por otro. De nada sirve que a uno le digan que está durmiendo y soñando. Solamente cuando salga del sueño se dará cuenta de que estaba soñando. Mientras sueña, el sueño es lo real para él.
Como el hombre moderno está demasiado ocupado "con sus cosas", he preferido exponer las ideas en capítulos costos. Apenas hay una elemental ilación entre unos y otros de tal manera que pueden leerse por donde se va abriendo el libro.
Mis palabras intentan solamente golpear tu mente y tu corazón para ayudarte a despertar o permanecer despierto. Yo no pretendo ser tu guía o maestro porque tu mejor maestro está muy cerca de ti, está dentro de ti. Escúchalo a él.
Cuando el buscador de la Verdad ve que hay tantos y tantos caminos, métodos, sistemas, miles de escuelas de yoga... se siente perplejo, sin saber qué dirección tomar.
Yo no propongo ningún método, ningún camino. Ya hay bastantes por no decir demasiados.
Yo solamente te propongo lo que tú, por ti mismo, y en tu propio camino puedes hacer y caminar.
Lo único que has de tener en cuenta es que la mente te pondrá muchas trampas en el camino.
Tu "yo" inferior se te aparecerá disfrazado de luz. Tus ideas rondarán por tu mente como si fueran intuición o iluminación interna. Tu ego sutil y antojadizo se deslizará siempre con sus infinitas caretas.
Tú deberás discernir lo que son deseos egoístas del "yo" inferior, de lo que son aspiraciones del ser interno o tu "yo" superior.
Los deseos y apetencias inferiores suelen aparecer en la mente como si fueran intuiciones profundas del yo superior. No te dejes engañas.
Si tienes una genuina y auténtica espiración de conocer La Verdad de ti, esto es para ti. ¡Adelante!





Darío Lostado
(Hacia La Verdad De Ti Mismo)

viernes, 2 de diciembre de 2011

¡EL MUNDO ESTÁ DESPERTANDO!

Os dejo aquí un gran documental (un poco larguito) que abrirá los ojos y las mentes de muchos, y confirmará las sospechas e intuiciones de otros.

Os ruego que lo veáis y lo difundáis. ¡A cuanta más personas llegue mejor!

martes, 29 de noviembre de 2011

DIOS NO CASTIGA

Dios no castiga.
No puede castigar.
Esas son "maneras" de los hombres.
No de Dios.
La justicia de Dios es que es amor.
El amor no puede castigar.
¿Quién dijo que hacer justicia es castigar al que ha obrado mal?
Son las "maneras" de pensar y hacer del hombre.
Pero no de Dios.
Las Escrituras Antiguas son maneras del "hombre viejo".




Darío Lostado
(Ama Y Haz Lo Que Quieras)

sábado, 26 de noviembre de 2011

EL AMOR A SÍ MISMO


Durante mucho tiempo y sobre todo en ciertos ambientes más o menos religiosos fue conceptuado el amor a sí mismo como malo, defectuoso o pecaminoso. Se nos decía que había que amar a los otros sacrificándose uno mismo por ellos. Al amor a sí mismo se lo suele llamar egoísmo o narcisismo.
Hay que decir de entrada que el amor a sí mismo es el fundamente de todo amor.
Es muy importante no confundir el amor a sí mismo con la complacencia e indulgencia con todos los caprichos del "ego" sensual. Cuando existe ignorancia o distorsión en el concepto sobre sí mismo se produce inevitablemente el amor erróneo hacia sí mismo.
Quienes se identifican con su cuerpo, sus sentidos y sus gustos sensibles, el amor a sí mismo les lleva a buscar como principal objetivo la satisfacción de aquello que creen ser: su cuerpo con sus apetencias, su ego con sus vanidades.
Para estas personas el ideal de la vida es "pasarlo lo mejor posible", satisfacer sus sentidos físicos al máximo o como apetencias muy elevadas, satisfacer los deseos de su ego mental o sentimental.
Los hedonistas puros no son muy frecuentes. Las apetencias sentimentales inferiores suelen ocupar un papel importante en esta clase de personas.
El genuino amor a sí mismo tiene otro sentido distinto para quienes tienen un verdadero conocimiento de la realidad de sí mismos.
Quien se conoce bien a sí mismo comprende que amarse es realizar su naturaleza. Amarse es querer y hacer todo aquello que conduce a la persona a su plenitud.
Quien se conoce a sí mismo sabe que el mejor modo de amarse es ejercitar todas sus capacidades de amor, de inteligencia y de energía de que es capaz.
Quien cree ser su cuerpo, quien se identifica con la parte tísica de sí o con sus pensamientos o sentimientos creerá que amarse a sí mismo consiste en satisfacer y complacer al máximo todas las exigencias de sus sentidos, de su mente o afectividad inferior.
En el recto y completo amor a sí mismo no se excluye nada, ni mucho menos su propio cuerpo que es el medio o instrumento a través del cual ha de realizarse, ha de hacer realidad todas sus capacidades y potencialidades.


El amor a sí mismo se manifiesta de una manera automática e inconsciente en el niño recién nacido. Busca y quiere todo "para él". En él, este amor es perfecto. Necesita todo para poder subsistir.
En la medida que la persona va creciendo, va tomando también conciencia de los otros y de sus capacidades de amar generosamente.
Si la persona, cuando crece, sigue manteniendo el círculo de su amor cerrado en sí mismo, como el niño, aunque crezca físicamente es una persona inmadura, infantil.
Toda aquella persona que únicamente busca ser complacida con el amor y las transigencias y donaciones de los demás, si no ejercita su amor activamente amando, quedará reducida psicológicamente a la etapa y estado infantil.
Son persona para quienes la etapa infantil no fue una etapa de transición sino que se quedaron fijas en ella. Son niños con cuerpo grande. O personas grandes con psiquismo infantil.
Cada ser, en su naturaleza, crece en la medida que ejercita sus potencialidades, sus facultades. Crecen los músculos en la medida que se los ejercita. La inteligencia y la memoria crecen también con el ejercicio. Y una persona será tanto más amorosa cuanto más ejercite su capacidad de amar.
Cuando alguien se ama a sí mismo hará indefectiblemente todo aquello que favorece su crecimiento, que lo conduce a su plenitud.
Amarse a sí mismo es igual a desarrollar su ser-energía-inteligencia-amor.
Aquel que se cierra yt se limita a complacer sus apetitos sensitivos está limitando su crecimiento. Se está anquilosando.
En realidad, entre amarse a sí mismo y amar a los otros no existe ninguna diferencia. Son, además simultáneos. Quien se ama bien a sí mismo automáticamente está abierto al amor a los otros.
Quien se ama a sí mismo no puede dejar de amar a los otros. Porque su amor es más verdadero cuanto más generoso es.
Amar a los demás olvidándose de sí, además de ser absurdo, es una sutil forma de autocomplacerse con su propia generosidad buscada.
El amar y entregarse a los demás debería ser la donación espontánea y natural del amor que uno siente ser, en el centro de sí mismo, como el desbordamiento de un vaso lleno de agua que tuviera la fuente dentro de sí mismo.
Para ello se requiere darse cuenta de que uno es fuente de amor.
Amarse correctamente, con amor verdadero a sí mismo es querer, amar y buscar en todo y sobre todo su propia y auténtica realización personal a través de cuanto se hace y se vive en la vida cotidiana.


Este auténtico amor a sí mismo impulsa a la persona a amar más y mejor a cuantos conviven con ella y al Universo entero. Tal como la persona se ame a sí misma proyectará su amor a los demás. Si su amor es superior y generoso hacia sí, también lo será hacia los demás. Quienes, por el contrario, se aman con un amor inferior y egoísta, también amarán a los otros con el mismo amor egoísta, egocentrado.
El amor a sí mismo no solamente no es reprochable ni malo sino que es la base y origen de todo amor en la persona.
El egoísmo, el amor inferior centrado en sí mismo, busca la complacencia sensible y vanidosa del cuerpo físico o del altanero "ego".
El amor verdadero a sí mismo, por el contrario, impulsa a la persona sabiamente a todo aquello que conduce a uno mejor y mayor realización personal de sí y de los otros sin intereses personales egoístas, por una parte, ni complacencias indulgentes y necias por la otra. Una cosa es amar y otra muy distinta acceder a los antojos caprichosos de la persona amada.
Nadie amará recta y adecuadamente a los demás si antes no se ama con amor verdadero y auténtico a sí mismo.


Darío Lostado
(Somos Amor)

jueves, 24 de noviembre de 2011

COMPASIÓN Y EGOÍSMO


Un día se paseaba Buda por los cielos junto a un lago.
Allí en el fondo del infierno vio a un hombre que había muerto hacía poco.
Buda era compasivo y quería ayudar a todos.
Este hombre estaba en el infierno porque era ladrón.
Pero un día había hecho una obra buena, pues habiendo visto una araña, tuvo ganas de aplastarla pero se arrepintió, pensando que podía ayudarle a seguir con vida.

Buda, reconociendo ese buen gesto del ladrón, quiso recompensarlo.
Por eso arrojó a las profundidades del lago en cuyo fondo estaba el infierno, un hilo de araña muy largo que llegó hasta el infierno donde estaba el ladrón.
Este lo vio y creyó que era una cuerda de plata.
Pero no podía convencerse de ello.
Por fin se agarró a él con intención de subir hasta la superficie.
Subía y subía, temiendo que se rompiera.
Cuando ya pensaba que estaría lejos del infierno, miró hacia abajo y vio que mucha gente subía detrás de él agarrados a la misma cuerda.
Se llenó de miedo, pensando que la cuerda no aguantaría con el peso de todas las personas.
Se enfadó y los maldijo.
El pensaba que bien se podrían haber quedado en el infierno.
Y en ese momento la cuerda se rompió por encima de sus manos.
Y cayó él con todos los demás, de nuevo al infierno.

La misericordia y la bondad encuentran a veces el egoísmo por respuesta. Y el egoísmo siempre acarrea mal.
Todo deseo de mal hacia los demás recae siempre también en uno mismo.


Darío Lostado
(Vivir Como Persona)

martes, 22 de noviembre de 2011

ANHELOS DEL CORAZÓN Y DESEOS DEL EGO


Es inevitable vivir con deseos.

Los deseos que brotan del amor verdadero, logran siempre su realización y son positivos y beneficiosos.

Los deseos que tienen su origen en la vanidad y ambición del ego o en las tendencias perversas de las pasiones o instintos ciegos, son destructivos y nefastos.
Los deseos de tu "yo inferior", llenan siempre de frustración y amargura tu existencia. Lograrás liberarte de ellos, cuando no exista en ti compulsión obsesiva hacia nada.

La mejor manera de liberarse de los deseos obsesivos es verse a sí mismo, una y otra vez mentalmente, con toda claridad, sin deseos. ¿Cómo te verías sin ellos?



El afán insistente de algunas personas, de superarse y ser mejores hace que tales personas queden inmovilizadas e incapaces de vivir con normalidad. Así no logran ni ser buenas ni siquiera ser normales.

Los deseos que brotan del amor son siempre liberadores, porque nacen de la paz y serenidad del espíritu, sin compulsión obsesiva alguna.

Los deseos que atan y crean dependencias, no son hijos del amor sino de la ambición del ego.

El amor da calidez a tus anhelos, mientras que los deseos ansiosos del "yo inferior" llenan de inquietud y ansiedad el corazón.

Cuando más te liberes de tus deseos, más libre y ligero podrás volar.


Darío Lostado
(Tu Vida Tiene Sentido)


domingo, 20 de noviembre de 2011

AMOR Y BELLEZA

Era una tarde de otoño.

Estaba contemplando un bello atardecer. El sol arrebolaba los rizos redondos de unas nubes pasajeras en el horizonte, mientras se apresuraba a esconderse detrás de la montaña lejana.

Y me di cuenta de que:

· la belleza no estaba en el sol arrebolado en las nubes.
· no eran mis ojos los que sentían la belleza.
· yo era el sujeto testigo que veía y sentía la belleza del atardecer.
· nada de aquello existía para mí sin mi yo consciente.


Al día siguiente me comunicaron que un ser querido había fallecido tras unas semanas de intensos dolores. Sufrí. Lo sentí como si hubiera sido mi propio dolor.

Me centré y vi que:

· el dolor que me embargaba procedía de un pensamiento.
· mi pensamiento era producto de unas ideas e imágenes mentales.
· en última instancia yo era el sujeto de aquellos pensamientos.
· yo era el testigo consciente de todo cuanto ocurría dentro de mí.
· yo soy inteligencia comprensiva y entiendo el sentido del dolor y la muerte.

Entonces el sufrimiento se desvaneció.

Todo pensamiento, todo sentimiento tienen como base al "yo", a esa realidad dentro de mí sin la cual no hay pensamiento ni sentimiento.

Yo soy el sujeto que ve, piensa, siente. Y quien se da cuenta de que ve, piensa y siente.



Darío Lostado.
(Somos Amor)

viernes, 18 de noviembre de 2011

UNITARIO


Dentro de la mentalidad común en que se suele vivir parece lógico el consejo de sufrir con los que sufren, reír con los que ríen y ayudar a los más necesitados.

Cuando miras más en profundidad y comprendes que tu esencia básica es común a la de los demás, ves que no hay otros, más que en tu conciencia. Lo que llamas yo y los que llamas los otros, no son sino dos enfoques o zonas de tu conciencia, de una misma e idéntica realidad.

Cuando comprendas esta Unidad, no te sentirás solidario sino íntimamente unitario.

Esa comprensión es mucho más eficaz q ue todos los demás consejos.



Darío Lostado
(Mensajes De Amor)

martes, 15 de noviembre de 2011

EFICIENCIA


Nuestro mundo moderno valora y premia a las personas eficientes.

Una persona es considerada eficiente y eficaz cuando hace muchas cosas exteriores. Si ellas son económicamente productivas, mucho mejor.

Pero el sabio sabe que no es nada valioso el que más se mueve o produce y hace más ruido con sus acciones sino el que calladamente cumple su deber sin alardes ni jactancia.

El éxito por la obra bien hecha es el mayor motivo de alegría, que está exenta de orgullo y vanidad.



Darío Lostado
(Mensajes De Alegría)

domingo, 13 de noviembre de 2011

EL RESTO DE TU VIDA


Todo lo que te queda de vida comienza ahora, en este momento en que estás leyendo estas líneas.
¿Por qué no tirar por la borda de tu barco todo el lastre que arrastras de tu vida pasada?
Traes arrastrando por tu vida odios, tristezas, amarguras, recelos resentimientos...
Míralo bien. Date cuenta que todos estos sentimientos han sido tus compañeros de viaje durante un tiempo.
No los olvides simplemente.
Dales una fiesta de despedida. Es para ti una dicha poder desprenderte de estos nefastos compañeros de viaje.
Te digo que no los olvides simplemente. Es necesario tomar conciencia muy clara de que todo eso ha estado viviendo dentro de ti. Compréndelo y acéptalo. Compréndete y acéptate con todo ese bagaje que has llevado sobre tus espaldas, aunque no te guste o aunque ahora, hubieras preferido ser de otra manera.


Cuando te aceptes con todo lo que has vivido, entonces podrás comenzar hoy con otro talante a vivir el resto de tu vida.
Puedes empezar hoy el resto de tu vida con ojos nuevos, con nuevo ánimo y nuevo corazón.
Has estado conviviendo con muchos trastos viejos.
Reconócelos uno por uno.
Pero reconoce también que todos ellos pueden y deben ser sustituidos o eliminados y te sentirás más feliz.
Empieza a vivir el resto de tu vida con una rosa de alegría en los labios y un clavel de amor en el pecho.
¿Uno, dos, cinco, veinte años...? Es igual.
Lo que importa no es cuánto sino cómo vas a vivir el resto de tu vida.
Comienza ahora. No lo dejes para después.
Ahora comienza el resto de tu vida.


Darío Lostado
(Vivir Como Persona)

viernes, 11 de noviembre de 2011

LO PRIMERO CONOCERTE, ENTENDERTE Y AMARTE

Photo by Guillem. (Montserrat 11-11-2011)

No busques la razón de tus males, tus problemas fuera de ti.
Lo sepas o no, lo admitas o no, tú eres la causa principal de lo bueno o malo que te ocurre.
No nos engañemos.
Tenemos la tendencia de llegar a la meta sin partir.
Queremos empezar a construir la casa por el tejado.
Y es necesario empezar por la base, por lo principal.
La base de todo pensamiento y trabajo creador y de realización humana es conocerse y entenderse a sí mismo.
Antes de proponerse otras metas hay que conocerse.Pero conocerse suele ser lo último que hace la mayor parte de la gente.
Tenemos miedo a conocernos.
Quizás sabemos o intuimos que hay demasiado desorden dentro de nosotros mismos. Y es necesario poner orden.
Cuesta mucho decidirse a poner orden interior.
Pero antes de poner orden hemos de saber qué es lo que vamos a ordenar. Es necesario conocer qué somos y cómo somos.
Conocerse es lo primero. No que te conozca el psiquiatra o un amigo o un consejero.
Que te conozcas tú.
El mundo somos los hombres y mujeres que vivimos en él.
La familia es lo que son los que la componen.
La sociedad es lo que son los miembros que la componen.
¿Cómo pretendes decir que conoces a tu familia y a la gente si no te conoces a ti?
Si te conoces superficialmente, también superficialmente conocerás a tu familia y a los demás.
Y los problemas también los conocerás en la superficie y las soluciones también serán superficiales. Y el mal permanecerá sin resolver y sin cambiar en el fondo.
Es necesario conocernos y entendernos antes de empezar el trabajo de mejoramiento personal. Sin miedos ni temores.
En tu interior hay desorden, quizás. Pero ningún monstruo. No tengas miedo a entrar dentro de ti. No tengas miedo de conocerte.
En tu interior hay tesoros empolvados.
Hay riquezas inexplotadas.
Hay belleza en la sombras.
Bajo el polvo y las sombras hay más bien y belleza de lo que tú piensas.
Lo primero es conocerte, entenderte, comprenderte, aceptarte y amarte.
Si no te aceptas tú, ¿quién te va a aceptar?
Si no te aceptas a ti, ¿a quién aceptarás?
Si no te amas tú ¿quién te amará?
Si no te amas a ti ¿a quién amarás?


Darío Lostado
(La Alegría De Ser Tú Mismo)

miércoles, 9 de noviembre de 2011

VIVIR COMO PERSONA ES...

Photo by Guillem.



Decir sí a la Vida
Desarrollar lo que soy
Movilizar y expresar mis capacidades
Vivir siempre consciente y amorosamente
Realizar en acciones concretar lo que soy por naturaleza
Dar y darme con gozo
Amar al que me ama y al que me odia
Sentirme joven hasta aun siendo viejo
Disfrutar y sentir emoción en una puesta de sol arrebolado
Sentir el beso de la brisa y de los rayos del sol
Dar pasos vivos en la calle de la vida
Levantarse después de haber caído
Sentir gozo de ser persona
Vivir cada minuto conscientemente
Escalar montaña tras montaña
Empezar a vivir cada día que amanece
Disfrutar de todo
Trabajar con alegría
Descansar con alegría
Amar con alegría
Vivir con alegría
Sentir la ausencia del amigo
Gozar el perfume del tomillo en el monte
Disfrutar la nieve blando bajo los pies
Sentir anhelo de volar como el águila
Vivir después de muerto



Darío Lostado
(Vivir Como Persona)


lunes, 7 de noviembre de 2011

ORACIÓN MÍSTICA


Siempre me ha parecido absurdo y necio lo que se hace en algunos ambientes religiosos o esotéricos.

Se acude a Dios, al Ser Absoluto, infinito e inteligente, para pedirle favores insignificantes, materiales, o beneficios ilusorios y fugaces, en lugar de anhelarlo a Él, que es la totalidad de todos los bienes.

La oración de los místicos es: No quiero nada, te quiero a Ti. Es la oración lógica.


Si crees que Él es el Poder, la Luz, la Bondad..., pídele que Él se posesione de ti y no que envíe un rayito de su energía para la salud de tu cuerpo ilusorio y corruptible.

Cuando consigas lo más, verás que lo otro tiene poca importancia. No te quedes en nimiedades.



Darío Lostado
(Mensajes de realización)

sábado, 5 de noviembre de 2011

RELACIÓN AMOROSA CON LIBERTAD


El amor obligado no es auténtico amor.

Si una persona no respeta el libre albedrío de la otra, jamás la amará.

No sólo el acto de amor ha de ser libre sino que la relación de dos personas será amorosa únicamente cuando uno y otro se sientan totalmente libres no sólo en su sentimiento de amor sino en todas las actividades de su existencia.


No puede haber amor sin libertad.

Mientras haya un sentimiento de dependencia de uno por el otro o de ambos entre sí, no podrá existir un amor creativo generoso y realizador.

Cualquiera que sea la forma de coartar la libertad del otro es signo de un amor posesivo y la relación correrá serio peligro de disolverse si no se llega a un respeto total y absoluto por el libre albedrío de ambos.



Darío Lostado
(Tu Vida Tiene Sentido)

jueves, 3 de noviembre de 2011

AIRES ORGULLOSOS


¡Cuántos gestos, cuántas palabras, cuántas actitudes orgullosas!
¡Qué ademanes prepotentes en muchas personas que sólo tienen apoyo en su poder o en su dinero!
¡Orgullo por el poder o el dinero inestables que momentáneamente se tienen!

Da tanta risa como pena.
Risa porque es bastante ridículo que algunas personas crean que son algo así como el ombligo del mundo.
Pena porque su vano orgullo y despectiva prepotencia se apoyan en algo tan inestable y cambiante como el dinero y el poder.

Esos aires orgullosos se dan tanto en los niveles y planos internacionales como en los politiqueos nacionales, en los artísticos, científicos o pseudocientíficos y en los sociales y familiares a todo nivel y rango.
Pero siempre orgullo vano, porque se tiene algo más que los demás: dinero, poder, fama.
Los tres tiranos de los hombres.
Claro. Porque los que son más nunca son orgullosos y prepotentes ante los demás.
Precisamente porque son más.
Porque sus cualidades personales están arraigadas en el conocimiento, respeto y comprensión de sí mismos y de los demás.


El que ES MÁS no tiene orgullo.
Por eso no tiene orgullo, porque es más.
Por eso es más, porque no tiene orgullo.

El que tiene orgullo es porque NO es más. Y necesita apoyar su orgullo en algo que él no es.
¡Cuántos odios por orgullo!
¡Cuántos orgullos por odio!
Y la causa base de esta enfermedad social está en algo tan sencillo como la falta de conocimiento, respeto y comprensión de sí mismo y de los demás.

Esa es la fuente que forma el río del amor que desemboca en el mar de la paz.
No hay paz verdadera para los orgullosos.
No hay orgullo en la paz verdadera.
Todos los aires orgullosos son una muestra clara de debilidad, inferioridad y pobreza de espíritu.

¡No seas orgulloso!


Darío Lostado
(La Alegría De Ser Tú Mismo)

martes, 1 de noviembre de 2011

TU VERDAD


Leemos y conocemos muchas definiciones del hombre y muchas teorías psicológicas y sociológicas sobre la conducta humana...

Esos conceptos y teorías suelen explicar la conducta social y personal de los hombres. Pero como las conductas están regidas por los contenidos mentales, dichas teorías se quedan en el nivel mental y no llegan al origen último y causa primera de toda nuestra actividad o manifestación.

Nuestra existencia cotidiana suele ser mecánica y condicionada. La Vida, en cambio, es totalmente descondicionada y libre.


El camino más eficaz para cambiar nuestro comportamiento y nuestra mente reside en identificarte con La Verdad de ti, de donde brota toda la energía para tu actividad física y mental. No necesitas ni muchos libros ni extrañas teorías.


Darío Lostado
(Mensajes De Verdad)

sábado, 29 de octubre de 2011

¿SABES QUE YA ERES RICO?



Eran dos amigos.
La vida los había llevado por distintos caminos.
Uno había llegado a ser rico mientras el otro era un vagabundo.
Un buen día ambos se encontraron.
Para celebrar el encuentro el rico invitó a beber unos tragos a su amigo vagabundo, que al final se emborrachó y se quedó profundamente dormido.
El rico, compadecido de su amigo vagabundo le metió una piedra preciosa en el bolsillo, para que al despertar la encontrara y pudiera venderla y conseguir dinero.
Al cabo de un tiempo ambos amigos se encontraron de nuevo.
El rico se admiró de que su amigo siguiera siendo un vagabundo y le dijo:
¿Qué haces? ¿Cómo sigues siendo vagabundo? ¿No encontraste el tesoro que te puse en el bolsillo?


Muchas personas pasan toda su vida como miserables vagabundos sin descubrir que tienen dentro de sí un tesoro.
Son ricos pero viven como pobres.
Son felices, tienen la felicidad en sí mismos, pero viven toda su vida infelizmente.
Solamente necesitan mirar dentro de sí. Ahí está su tesoro.


Darío Lostado
(Vivir Como Persona)

viernes, 28 de octubre de 2011

AMAR LA VEJEZ



Se cuenta que en cierta región, hace mucho tiempo, existía la costumbre de colgar a los viejos, los ancianos, de un árbol, de un cocotero. Los más jóvenes movían entonces el árbol y los viejos que caían, si no morían por la caída o por los golpes de los cocos que caían, eran eliminados por el pueblo.

Únicamente sobrevivían los pocos que aguantaban y permanecían aferrados al árbol sin caerse.

Era una inhumana y cruel selección de los más fuertes.

Esta costumbre salvaje contrasta con ese otro sentido antiguo de algunos pueblos como Japón y la India donde los ancianos son extremadamente venerados y respetados.

En nuestra época no cuelgan a los ancianos de los árboles pero todavía no existen el respeto y amor de corazón que se merecen.

En nuestro tiempo hay unas maneras sofisticadas de colgar a los ancianos de un árbol. Hoy se los deja abandonados en las casas o en los hospitales o en ciertas residencias donde apenas reciben las visitas de sus familiares.

Hoy se cuelga a los ancianos de los árboles con el menosprecio, la indiferencia y el olvido.

Hoy cuelgan muchos hijos a sus propios padres en los árboles cuando están ansiosos esperando que "los viejos" mueran para que al morir les caiga como fruta madura la herencia que están esperando. Es duro y triste. Pero ésa es la realidad en muchos casos. En más de los que se confiesa y se reconoce.

Amar la vejez. La ajena y también la propia.




Es frecuente oír a muchas personas decir que lo único que temen es llegar a viejos. Tales personas están rechazando la naturaleza tal como es. Quieren que La Vida, el orden de la Naturaleza se acomode a sus caprichos, como han hecho durante todos los años de su existencia.

Cada edad tiene su propio encanto.

Quien no acepta y ama su propia vejez presente o futura difícilmente amará a los otros ancianos, porque no se ama a sí mismo. Temer u odiar llegar a viejo es querer inmovilizar la vida. Y paralizar la vida es muerte.

La vida tiene sus períodos y épocas y cada una tiene su razón de ser y existir.

Sólo los racionalmente conscientes aman las cosas tal como son. Aceptan la vejez tal como es, incluso con sus achaques.

Amar. Amar a los ancianos no por compasión y lástima sino por la misma razón por la que se ama la niñez o se ama a los hijos o a su amigo.

Amar a los ancianos porque yo soy amor y todo cuanto existe es efecto del amor. También la ancianidad.

Las arrugas y los achaques no son causa para excluirlos del amor que no tiene barreras. Ni las molestias que puedan ocasionar.

Las personas que temen su propia ancianidad, con seguridad se pueden pensar que no aman de corazón a los ancianos. Y quienes no aman a los ancianos, difícilmente tendrán un amor generoso en sus vidas. Y sin amor generoso la vida será árida y seca.


Darío Lostado
(Somos Amor)

miércoles, 26 de octubre de 2011

¿PASARLO BIEN?


"Ya que la vida es corta debemos hacer que nuestro paso por la tierra sea lo más agradable y confortable posible".


Cuando oí esta frase, como un acertado y sensato sentir de la mayoría de la gente, también a mí me pareció de repente una útil y acertada idea.

Luego he ido comprendiendo que:

· esa filosofía de vida es común entre la gente pero eso no la hace válida ni verdadera.

· son más los que viven en la práctica esa filosofía de vida que los que la sostienen reflexiva e intelectualmente.

· hasta los que dicen ser religiosos y espirituales suelen practicar esa filosofía en su vida concreta.

· tener como objetivo de vida el buscar lo "más agradable" es reducirse a ser un puñado de instintos sensibles que deben ser satisfechos sea como fuere.

· lo poco o mucho que vivimos no es simplemente para vivirlo "confortablemente".

· cuando vivimos buscan el confort como objetivo perdemos el rumbo y sentido mismo de la vida.

· nadie vive más agradable y felizmente que quien relegando a un segundo o tercer plan el confort, se dedica a comprender el sentido de vivir en sí mismo.

· el sentido de la vida es hacer realidad y actualizar todas las potencialidades que uno es.

· cuando se actualizan las capacidades de la energía, del amor y la inteligencia que cada uno es en su naturaleza, sobreviene de inmediato como una lógica consecuencia la dicha y felicidad profunda y serena.

· todo el gusto y satisfacción de los sentidos es la sombra de la felicidad del ser consciente en su profundidad.

· los que viven tras las satisfacciones sensuales y confort material, consideran y llaman ilusos a quienes buscan la felicidad dentro de sí mismos.
Pero
· los auténticos realistas son estos últimos, mientras los ilusos son los que viven siempre con la ilusión vana de ser felices con migajas de confort que se esfuma por momentos.


Darío Lostado.
(Somos Amor)

lunes, 24 de octubre de 2011

¡BIENVENIDO SUFRIMIENTO!


El sufrimiento es una bendición. Aunque para la mayoría suele resultar y parecer una maldición.
Es una bendición para todos aquellos que saben aprender la lección que el sufrimiento conlleva.
Es una maldición para quienes tienen como meta y objetivo único en su vida gozar y no sufrir y consideran la vida y el mundo como el escenario y la morada del placer inmediato y sensible.
Pero la vida no es eso.
Cualquier clase y grado de sufrimiento lleva consigo una enseñanza apropiada a cada momento y situación. Cualquier dolor, cualquier prueba, cualquier contratiempo, cualquier pena y sufrimiento nos quiere decir y enseñar algo. Y una enseñanza de vida es una gran bendición.
Pero no es suficiente para que cualquier sufrimiento tenga un sentido didáctico. Es necesario saber sacar la lección. Una frase escrita puede tener una gran enseñanza. Pero no sirve de nada si no se sabe o no se quiere leer.
Cualquier prueba, dolor o sufrimiento es la lección clara de que eso es a lo que estamos apegados y hemos perdido total o parcialmente, no debe ser objeto de nuestro apego posesivo y obsesivo. Cualquier clase de sufrimiento nos enseña a soltar, a dejar, a desapegarse, a no depender de algo que está ahí, quizá para nuestro uso o para otros infinitos fines y motivos pero no para que nos quedemos apegados y dependientes de ello.
Sufre el que quiere.
Sufre el que quiere mantenerse apegado a algo.
Cuando este algo, objeto de su apego le falta o teme que puede faltarle surge el sufrimiento.
Por más que una persona ate, reate y trate de asegurar aquello a lo que está apegada, tarde o temprano le ha de faltar y vivirá siempre bajo el temor de que puede faltarle. Este temor es ya en sí mismo un constante sufrimiento.
Solamente logra no sufrir el que no está apegado a nada ni a nadie.
Cuando una persona es afectada por el sufrimiento de algo que ha perdido o cree haber perdido y sabe sacar la lección de que su vida, su ser verdadero es mucho más grande, más rico, más fecundo y más feliz que ese apego que ha perdido o teme haber perdido, su sufrimiento se convierte en el mayor de los bienes, en la mayor de las bendiciones.
Para quien no sabe aprender de la vida, el sufrimiento va multiplicándose en cada situación de fracaso o temor.
Son muchos los que tratan y se esfuerzan para que su vida sea una constante suma de placeres, satisfacciones y éxitos. Ese parece ser el objetivo más codiciado por la mayoría. Pero en la vida de todos y también de estas personas hay momentos en que la conciencia surge de su letargo y aparece con toda su lucidez mostrando la futilidad de tanto trabajo y empeño por correr permanentemente tras el brillo vano del placer y el éxito. Entonces se ve y se comprende la transitoriedad y vacuidad de todos los objetos de nuestro apego o surge amenazante el temor de perder todo aquello en lo que se apoyaba nuestra dicha.
Solamente el que aprende la lección que la Vida le da con cada prueba, pasa entre los sufrimientos y placeres con la serena y segura certeza de que su felicidad está más allá de los unos y de los otros. Ni los placeres le deslumbran y enloquecen de alegría ni los sufrimientos le deprimen o entristecen. Él vive ajeno a unos y otros porque sabe que no está ahí para huir del dolor ni correr tras el placer. Sabe que vive únicamente para ser expresión viva de Lo Que Es. Y eso es mucho más que todo lo transitorio que pueda desear temer, sea placentero o doloroso.

Es afortunado aquel a quien La Vida sacude y golpea en algún momento con alguna decepción o desgracia y lo lleva a buscar el verdadero sentido estable de sí mismo más allá de todo lo temporal y contingente, en lugar de seguir adormecido y engañado en las momentáneas y ficticias alegrías pasajeras.
Quien prefiere la inmediatez aparente y momentánea del placer transitorio seguirá adormecido e impedido para la búsqueda de algo mejor, de lo único que es permanente y la auténtica causa de nuestra felicidad.
Entender esto que estamos diciendo es ,al menos estar en el camino de la búsqueda. Y progresar en este camino significa no correr constantemente persiguiendo el placer como el burro tras la zanahoria.
Quien quiere sincera y honradamente vivir la libertad verdadera con un sentido claro de su existencia sabe que placer y dolor, pena y alegría son dos caras de la misma moneda. Son dos aspectos aparentemente opuestos de la existencia limitada, tras la que se esconde el Ser Absoluto y a través de la que se expresa en sus infinitas formas El que es la base de todo y dirige todo con sabiduría perfecta. El está presente, gobierna y dirige todo cuanto existe tanto lo que nos resulta agradable, placentero y positivo como en lo desagradable, penoso y aparentemente negativo. Este Ser que es la Conciencia Pura y Absoluta se manifiesta de un modo especial en la conciencia humana de cada hombre y mujer. Pero el nacimiento del "ego" individual en el ser humano (pecado original) hace que la mente egoísta acepte y califique de bueno lo que le es placentero y de malo lo que le resulta desagradable. La conciencia interna con su luz interior todo lo ve proveniendo de la misma mano, con la misma sabiduría y la misma infinita bondad.
Por todo ello, la persona iluminada y conducida por la voz interior de su conciencia profunda se siente siempre libre de temores y deseos porque sabe que la moneda es siempre la misma tanto caiga de cara como de cruz.
Por eso es libre el que está liberado de la pulsión hacia el placer y del miedo y aversión al dolor. Y considera tanto el placer como al dolor como dos extraños impostores que quieren adueñarse de la dirección de su existencia.
Cuando los psicólogos hablan de las fuerzas que arrastran y zarandean a los seres humanos de aquí para allá suelen referirse a la tendencia innata, ciega e irrefrenable hacia el placer y la natural aversión al dolor.
Esa tendencia suele ser calificada como natural y normal en el ser humano. Pero es tendencia natural solamente de la materia sensible, de la parte biológica, del cuerpo del ser humano como lo es de cualquier materia viva sin conciencia de sí misma, sin conciencia de su propia naturaleza.
Pero esa tendencia no resulta ni natural ni normal en la persona que ha despertado en su conciencia interior, en lo que es más específicamente humana. Entonces, la comprensión de que placer y dolor, blanco y negro, positivo y negativo son aspectos diversos pero propios, naturales y normales de todas las infinitas formas de manifestación del SER (Dios) hace que unos y otros sean igualmente bienvenidos sin rechazar lo que aparece como desagradable ni desear con apego lo agradable.
No hay tendencia más verdaderamente humana que la de querer ser, vivir y realizar lo que en el fondo SOMOS, lo que siempre fuimos en origen y lo que jamás dejaremos de ser.
Es la tendencia a vivir el SER, el Absoluto que somos en el fondo. Es la tendencia al paraíso de la felicidad que somos y del que salimos y lejos del cual hemos vivido exiliados en el desierto repleto de falsos espejismos que se nos aparecen como si fueran la Realidad.
Es evidente que la causa de nuestros sufrimientos suele residir en los muchos deseos que alberga nuestro "ego" y en los temores consiguientes.
Pero como en tantas otras cosas, caemos en el absurdo de querer eliminar los efectos sin quitar las causas.


Mientras vivamos encarnados en un cuerpo tendremos un "ego" que regule nuestra vida existencial. Pero el desarrollo de la madurez humana, es decir, el desarrollo y evolución de la conciencia de sSí mismo, de lo que somos en nuestra naturaleza profunda, hace que el ego quede reducido a su lugar, a su propio objetivo que no es otro que el mantenimiento del cuerpo y la personalidad. Solamente eso.
Cuando por el contrario no hay el suficiente desarrollo de la conciencia en una persona, el "ego" asume la dirección total y absoluta de la persona y queda atrapada por los infinitos deseos absurdos sin orden ni medida. La vida entonces se convierte en una carrera alocada de deseos y más deseos y por ende, de temores sin fin. El "ego" es entonces el dueño de esa vida.
Así puede establecerse esta sucesión de causas y efectos: A mayor "ego" más deseos y temores. A más deseos y temores, más sufrimiento.
Dicho de otra forma: Si quieres eliminar tus sufrimientos, elimina los deseos y temores. Para eliminar los deseos y temores, controla el "ego" y redúcelo a su función propia y exclusiva. Y para controlar el "ego", toma conciencia de ti mismo, de tu realidad central, de tu yo Superior.
Pero ante la realidad actual del sufrimiento ¿qué hacer?
Ante todo ACEPTARLO.
Aceptarlo no quiere decir simplemente resignarse porque no hay más remedio.
Aceptarlo quiere decir tomar conciencia de que ese dolor está ahí porque tiene que estar.
Aceptarlo quiere decir que estamos convencidos de que ese sufrimiento es justo, que es la consecuencia lógica y normal de ciertas causas, aunque de momento sean oscuras o desconocidas para nosotros.
Aceptarlo es decirlo SI sin quejas ni lamentos inútiles.
Aceptarlo quiere decir que sabemos que Dios está con nosotros y preside tanto los momentos de alegrías profundas como los de amargo sufrimiento.
Dios no es sólo el Dios del radiante amanecer sino también el de la noche oscura. Dios de las flores y del cieno, Dios de las tormentas devastadores y de los días primaverales de calma, Dios de las profundidades osucras de monstruos marinos y de los pajarillos juguetones en la enramada, Dios en el rostro candoroso e inocente del niño y en el instinto oscuro del violador y asesino, Dios en el inocente cordero devorado y en el león feroz su devorador.
La ventaja de aceptar el sufrimiento es doble. En primer lugar al aceptarlo, el sufrimiento disminuye y hasta desaparece. En segundo lugar nos señala el camino para nuestra propia evolución y madurez.
La vida toda hasta en sus más nimios detalles tiene un sentido didáctico. Aprender de ella es entender su sentido.


Darío Lostado
(Hacia La Verdad De Ti Mismo)


sábado, 22 de octubre de 2011

EL MUNDO QUE PERCIBIMOS


Nuestro mundo moderno ha caído en el peor de los errores: Se considera real a lo que es pura apariencia cambiante y transitoria, y en cambio se ha negado realidad a lo auténticamente real, la conciencia, la luz que ilumina las apariencias.

Nos hemos quedado abstraídos en el pantalla creyendo que aquellas sombras y figuras que se ven en ella son reales, olvidando que todo ese mundo de figuras existe por la luz que lo crea, lo proyecta y lo hace existir.


Lo real es la luz. Las sombras y figuras de la pantalla son irreales, proyecciones de la luz.

Tú eres lo real. Tú eres la realidad. El mundo que percibes es proyección de tu conciencia.

¿Dejaremos algún día de ser superficiales y distinguiremos Lo Real de lo Ilusorio?


Darío Lostado.
(Mensajes de Realización)

martes, 18 de octubre de 2011

EL AMOR CONYUGAL


Ante los numerosísimos fracasos en los matrimonios hay que examinar y preguntarse qué es lo que está fallando.
Si hemos de ser francos, hemos de reconocer con toda honestidad que son muy pocas las parejas que van al matrimonio con un sentido claro de un amor auténtico y profundo.
En la juventud se va adquiriendo a través de los medios de comunicación, del cine, la Tv. y el sentir vulgar de la calle, un concepto insubstancial del amor, que es lo que predomina en el conjunto de la sociedad. Es el amor utilitario, sensual y a lo sumo sentimentalista.
Esa clase de amor está condenada al fracaso. No da para más.
Esa clase de amor sigue la misma línea y el mismo signo que el sentido todo de la vida de nuestro tiempo.
Suele decirse con una cierta intención educativa que en la vida de pareja debe vivirse como si los dos fueran uno y que uno u otro han de renunciar a sus gustos y preferencias por el otro para que haya paz y armonía en la pareja. Pero creo que este estilo de unión y convivencia idílica es engañoso y se convierte en una espada de doble filo.
Es cierto que debe haber unión entre los dos. Pero los dos deben conservar su propia individualidad con sus cualidades y defectos. Es cierto que si se aman con un amor desde el centro de sí mismos, que suele ser muy escaso y excepcional, no se sentirán dos sino uno, porque en el fondo de nosotros mismos lo único que cuenta es la unidad e identidad de nuestra realidad interna. Pero no es éste el caso que nos ocupa. Hablamos de personas que se conducen con un amor de personalidad y no de la profundidad del ser.
Así, pues, no se trata de que hagan el esfuerzo por sentirse Uno sino que sintiendo que son dos admitan a su pareja con todas sus peculiaridades sin idealizarse uno a otro con cualidades exageradas y sueños vanos.
Por otra parte se dice que deben renunciar a sus propios gustos por el bien de la armonía de la pareja. Cuando esta autoimposición de renuncia es compulsiva, forzada, tarde temprano llegará el cansancio y se tirará todo por la borda en cualquier momento. La renuncia de algo debería ser consecuencia normal y lógica de una aceptación y comprensión del otro tal como es. Porque cada uno comprende que deben aceptarse tal como son. Dicho de otra forma, sería lo mismo que decir que no debe hacer ningún sufrimiento porque hay una aceptación clara y sincera del otro tal como es. Pero esta comprensión y aceptación debe ser muy clara y serena ya antes de constituirse formalmente en matrimonio o pareja. No es fácil imponerse la renuncia o la aceptación después de haberse creado vanos sueños e idealismos angélicos creyendo que su pareja poco menos que le ha caído del cielo envuelta en celofán.
Para una mejor comprensión mutua, conviene de vez en cuando un temporal alejamiento. Si es posible, este alejamiento es conveniente que sea inclusa físico. No para conocer otras parejas, como a veces pueden pensar quienes intentan aparecer como progresistas, sino para revisar su relación con mejor perspectiva y conseguir posteriormente que el reencuentro sea mucho más íntimo, más cordial y feliz.
Para tener una visión completa de un jardín es conveniente salir de él. No podemos formarnos una idea total e integradoramente comprensiva si únicamente lo miramos y observamos desde un rincón por bello que él sea.
Del mismo modo conviene que las parejas observen y valoren los cambios que la evolución natural como personas va realizando en cada uno de ellos.
Uno de los peligros en toda relación humana es el formarse una opinión fija y estática de la persona con la que nos estamos relacionando sin tener en cuenta que la vida es una continua transformación y cada miembro de la pareja sigue también el ritmo del cambio y transformación.
Conviene salir al paso de uno de los tópicos que suelen mantenerse con respecto a la pareja. Suele decirse que para la convivencia sea armoniosa ambos deben coincidir en gustos, ideas y sentimientos.
La convivencia resulta más profundamente amistosa y el amor más comprensivo, precisamente cuando se sabe aceptar que el otro tenga su propio y peculiar modo de pensar, sentir y ser, que no tiene que coincidir con el de su pareja, necesariamente.


Si el otro me dice a todo amén y coincide en todo con mis maneras de pensar y sentir, ¿cómo podré desarrollar mi capacidad de comprensión del otro en cuanto otro? En esos casos el otro se convierte en una resonancia de mis propios gustos, pensamientos y deseos. Pero deja de ser él. Y eso nunca puede ser positivo.
Existen personas que únicamente saben vivir mandando a siendo mandadas. Y ni una ni otra posición es compatible con una fluida, armoniosa y humana convivencia.
En el desarrollo de la persona, una cualidad elemental para convivir humanamente reside precisamente en tener el suficiente equilibrio para no ser una oveja dócil inconsciente un un dictadorcillo déspota y mandón.
En la convivencia amorosa de pareja cada uno debe seguir siendo él mismo con todas sus particularidades y respetar las individualidades del otro. Aceptará cada cual los gustos, ideas sentimientos y preferencias de su pareja con la misma validez con que mantiene los suyos propios.
Todo esto que decimos teóricamente es muy evidente, pero en la práctica resulta un tanto excepcional el creer que los que no piensan como uno mismo tienen tanta verdad y razón como nosotros.
No es el hecho de estar siempre juntos y pensar y sentir lo mismo, lo que hace que la pareja perdure, sino la comprensión y aceptación que se tiene del otro con todas sus particularidades y maneras de ser y pensar distintas de las de uno mismo, pero aceptadas de buen grado con la convicción de que son tan buenas y dignas como las nuestras.
El matrimonio en que uno es el dictador y otro el vasallo sumiso y obediente no es precisamente ejemplo de una buena pareja por más que haya algunas parejas que prefieren vivir así por comodidad. Es posible que en esa pareja haya paz. Pero es una paz poco humana.
En la convivencia y amor de pareja son los dos los que deben desarrollarse y crecer. Y en el caso del vasallaje sumiso ninguno crece ni se desarrolla debidamente.
Vemos, pues, que en principio la causa-raíz de la mayor parte de los fracasos matrimoniales reside en la falta de madurez en la personalidad de quienes forman la pareja.
En cada uno de nosotros existen apetencias físicas, tendencias ideológicas, sentimentales, artísticas...
Cuando la persona no tiene una clara comprensión e integración de todas estas facetas de la personalidad surgen conflictos tanto a nivel personal como en relación con la pareja.
No puede haber una estable madurez de la persona si no hay un reconocimiento claro y aceptación efectiva de cada uno de los varios niveles de la personalidad: físico, mental, afectivo, estético, moral...
Los conflictos surgen cuando, al no haber integrado todas las tendencias de todos los niveles, se da la colisión roce o enfrentamientos entre las tendencias y apetencias de los distintos niveles.
En la personalidad madura hay un reconocimiento e integración de todos los niveles de la persona y los conflictos de desconcierto, duda y desequilibrio, son mucho más escasos y menores.
Si por el contrario se unen dos personalidades inmaduras en una pareja, los conflictos se multiplican por dos.
Ya dijimos que la personalidad inmadura es la que se quedó estancada en la fase infantil del amor. Pues bien, cuando uno de los dos aprende a superar el amor egocentrado en que ha venido viviendo y empieza a tener como destinatario al otro y no a sí mismo es seguro que las cosas cambiarán a mejor, por momentos. El amor posesivo irá cambiando paulatinamente en abierto y generoso.
Ya hemos dicho también en algún momento que en los primeros años de infancia existe en el niño una necesidad perentoria de mimo y cariño.
Durante toda nuestra vida sigue perviviendo en nosotros ese niño que quedó grabado en nuestra mente subconsciente con todas sus características y por supuesto quedó también ese deseo de ser amados y mimados.
Esta apetencia normal en la edad infantil puede convertirse en anormal y patológica en las personas mayortes inmaduras. Y únicamente puede evitarse en la medida en que se va superando el amor egocentrado de la infancia.
La reciprocidad del amor en la pareja es normal y necesaria siempre pero no ya como una exigencia enfermiza sino como expresión del amor consciente, generoso y espontáneo.
Muchos matrimonios de nuestro tiempo fracasan porque se casaron sin haber madurado y siguen sin madurar psicológicamente.
Los celos suelen ser una bueno señal de ello. Es el amor desconfiado, posesivo, exigente y egocentrado que tienen como en su infancia.


La tiranía de los niños con su madre la conservan algunas personas mayores y la ejercen en el matrimonio con su pareja y con sus hijos.
Esta, como todas las tiranías, en el fondo, son efecto de inmadurez psicológica.
Tratando de encontrar la razón de tantas separaciones o el estado de indiferencia a que llegan muchos matrimonios parece que la causa principal hay que buscarla en la desilusión que reciben uno del otro. A veces la desilusión es recíproca. Toda desilusión proviene de una ilusión anterior. Y toda ilusión implica la esperanza de conseguir algo que se considera muy grato y que al fin o no se consigue o no resulta tan grato como se pensaba.
En el fondo, el matrimonio basado en una ilusión es un matrimonio no tanto de amor sino de conveniencia egoísta. Este egoísmo es muy variado y de muy diverso nivel según sea el objetivo de conveniencia que se hubiera propuesto. Quien así se une a su pareja no lo hace por dar algo, por entregarse y ayudar a su pareja a ser feliz sino porque espera conseguir algo que no tenía antes de casarse.
Las personas que se unen con este sentido utilitario e interesado están llamadas al fracaso.
A veces las cosas no van bien en un matrimonio. Pero ellos ven que no pueden separarse por las consecuencias desastrosas que la separación acarrearía. Y ahora, como cuando se casaron, se imponen el criterio de conveniencia.
Se casaron por un sentido egoísta y por el mismo motivo deciden ahora "sobrellevarse" con paciencia y sacrificio.
Cuando se casaron, uno de ellos o quizás ambos, tenían la esperanza y la ilusión de encontrar algo gratificante, útil, agradable que luego no resultó como esperaban. Pero en vista de las molestias y desventajas mayores que se originarían con la separación, optan por mantener el compromiso oficial aunque entre ambos sólo existe psicológica y humanamente nada más que alejamiento e indiferencia.
Esa actitud utilitaria con que llegan al matrimonio muchas parejas, puede llamarse amor aunque sea egocentrado e interesado. Pero un amor de esta clase deja de existir cuando esa conveniencia ya no existe. Es el destino de todo amor inferior.
UN mundo que se desenvuelve con esta clase de amores egocentrados en que hasta lo más sagrado se usa para la propia conveniencia e interés no puede disfrutar de mucha paz y armonía.
Dicen que las células de ls sociedad son las familias. Luego, si en las familias es escaso el amor verdadero y generoso no podemos tener muchas esperanzas de llegar a tener un mundo amoroso y feliz.
Una familia con amor es mucho más que una familia sin discusiones y peleas.
Recuerdo aquella historia del célebre Mullah Nasrrudin. Alguien preguntó a Mullah: ¿Cómo van las cosas entre tú y tu mujer? Y él le respondió: Entre nosotros no hay jamás discusiones. Desde el primer día quedamos en que las cosas importantes, en los problemas graves, trascendentales, seré y quien decida. En los restantes problemas es mi mujer. Pero el amigo le preguntó: Pero ¿a qué cosas llamas sin importancia o pequeños problemas? Es muy claro, respondió Mullah: dónde debemos vivir, a qué colegio deben ir los hijos, qué se va a comer, qué hay que comprar para la casa y los hijos, a dónde debemos ir de vacaciones, cuándo debemos vender o comprar una casa... etc... todo eso es poco importante. Y ¿cuáles son los problemas importantes? le preguntó el amigo. El gran problema es si Dios existe o no. Eso lo decido yo, dijo Nasrrudin.
Una familia con amor es aquélla en que las opiniones son distintas entre sus miembros, pero hay una consciente y voluntaria aceptación de la que en cada caso parezca la más razonable.
El amor es mucho más que armonía y ausencia de disensión. Es la unión del centro de cada uno con el de los otros. Y el amor conyugal es esa unión del espíritu que se complementa con la unión física de los cuerpos en una expresión manifiesta del amor que brota desde dentro y del cual nacen los hijos.
No son los hijos, como se dice frecuentemente, la razón por la que deban mantenerse los esposos unidos, sino el amor, el verdadero amor entre ellos.
Cuando nacen los hijos, nace también con ellos la responsabilidad que tienen los padres hacia sus hijos hasta que éstos sean capaces de manejarse y defenderse por sí mismos. Pero nunca los hijos son o deben ser la causa o razón del amor entre los esposos. La razón del amor es el amor mismo.


Darío Lostado
(Somos Amor)