Los hombres de hoy, principalmente la civilización occidental, sufren de frenesí y precipitación generalizada.
Hay instalada en la sociedad una competencia por ver quién llega antes.
Es el ímpetu por ganar. El afán desmesurado por ser el primero en algo o en todo. "El que pega primero, pega dos veces", dicen por norma.
Hasta los que viven en ambientes religiosos o espirituales "sienten impaciencia porque llegue pronto el castigo divino sobre los malvados de este mundo" (¡¡!!).
Cuando se mira y se observa la vida desde una perspectiva medianamente elevada sobre el nivel común humano, se percibe que todo está ocurriendo ahora, en el momento preciso y del modo más adecuado.
Incluso el triunfo momentáneo y aparente de los correptos, ladrones, opresores, orgullosos, hipócritas y malvados es "lo más justo, lo más pertinente y apropiado", a pesar de nuestra sorpresa y rechazo.
Todo llega a su debido tiempo.
La medida de nuestra visión impaciente no coincide con la visión paciente de Dios. Pero al fin, todo está y es como debe estar y ser a nivel cósmico, mundial y personal.
A veces, en los negocios, triunfa quien llega primero.
En el gran negocio de La Vida triunfa quien se identifica con la paciencia divina.
Darío Lostado
(Tu Vida Tiene Sentido)
Hay que ir despacio en la vida para llegar a buen puerto, ser paciente, tener tolerancia y dejar de lado la ambición desmedida...
ResponderEliminarUn beso
Llegué aquí por casualidad y aquí me quedo aunque blogger no muestra mi imagen estoy alli.
lujanfraix.blogspot.com
Te dejo esta dirección porque tengo varios blogs pero en éste escribo todos los días.
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