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miércoles, 28 de septiembre de 2011

LA VERDAD DE SÍ MISMO



¿Acaso se puede "decir", expresar con palabras la verdad de algo? ¿Acaso el "sí mismo" es algo que pueda "decirse" qué es? ?
La verdad no es lo que se dice o se piensa.
La verdad es LO QUE ES. La verdad es La Realidad.
Todo lo que yo diga sobre algo, solamente serán ideas mías sobre ese algo, más o menos aproximadas.
Solamente tiene verdad o es verdadero aquello que no cambia, lo que es siempre idéntico a sí mismo. Por eso Dios o El Ser, es la Verdad. Y tú, yo y todos los seres humanos en lo que somos Realidad, en lo que somos Ser permanente, Dios, somos también Verdad.
Por eso yo no puedo decirte la verdad de mi mismo ni la verdad de ti mismo. Solamente insinúo caminos para que cada uno encuentre la verdad de sí mismo, encuentre lo que es permanente, lo que es La Realidad, la Verdad de sí mismo.
El hablar de "mi" verdad y "tu" verdad es un error y un engaño. No existe "mi" verdad ni "tu" verdad. Lo que llamamos "mi" verdad o "tu" verdad no es sino mis ideas o tus ideas sobre algo. La verdad no es tuya ni mía. La Verdad ES. Yo y tú podemos pensar sobre la verdad. Pero lo que pensemos nunca será La Verdad. Será sólo una idea parcial de la Verdad en el mejor de los casos.
Como estamos acostumbrados a pensar y hablar por lo que oímos de otros, suele decirse frecuentemente: "Esa es 'mi' verdad". Y se dice porque parece una original y bella frase. Pero debería decirse: eso es lo que yo veo. Nada más.
Así, pues, ¿podemos hablar sobre la verdad de nosotros mismos? Sí, podemos hablar muchas cosas, pero la Verdad solamente la poseeremos cuando la veamos internamente, cuando la sintamos por nosotros mismos, cuando la vivenciemos y la vivamos.
Y solamente intento señalar la dirección. Mis palabras e ideas solamente son una flecha indicadora. La mente jamás podrá conocer la verdad de nosotros mismos. La mente es una ayuda en el camino. Pero llega un momento en que la mente tiene que callarse. Y en el silencio de la mente aparece la Verdad. Sólo entonces.
La Verdad es El Ser y La Realidad. Y al Ser sólo se le comprende, se le VE, con la luz del Ser mismo.
Y ¿cuál es la realidad del Si MISMO? ¿ Cuál es nuestra verdad? ¿Cuál es la verdad de lo que somos?
El que sueña cree que es real eso que está soñando.
Chuang-Tsé tuvo un sueño en el que creía que él era una mariposa que iba de flor en flor.
Al despertar, estaba aturdido pues no sabía si aquello había sido un sueño o es que en realidad él era una mariposa que ahora estaba soñando ser un hombre.
¿Cuál era la realidad y cuál el sueño?
Todo pensamiento es un juego mental.
El pensamiento, el juego mental puede adquirir infinitas formas. Pero es evidente que ningún pensamiento, ningún contenido de la mente es real. Y por consiguiente ningún pensamiento es la Verdad.


Solamente cuando contactemos y vivenciemos la Realidad de nosotros mismos conoceremos nuestra Verdad. Y eso no se consigue únicamente pensando, lucubrando, razonando.
La Verdad, La Realidad última no puede ser percibida ni por los sentidos externos ni por la mente. Es vivenciada por la conciencia interna, directa e inmediatamente.
Lo que conocemos sobre el mundo exterior lo conocemos y percibimos mediante los sentidos y la mente. Ambos, tanto los sentidos como la mente "colorean" según su capacidad y sus propios condicionamientos esos datos que percibimos en el exterior.
La creencia común es justamente todo lo contrario. Se cree que la realidad exterior visible y tangible es la verdadera realidad y según muchos ésa es la única realidad. Se suele pensar que lo real es lo que se palpa y lo otro, es decir lo que los sentidos externos no pueden percibir, eso se considera como ideal, imaginario, abstracto. Esa es la concepción sensista en la que hemos sido educados. Así es lo que parece ser cuando se miran las cosas superficialmente, aunque sean científicos o gente importante quien lo defienda. Estoy convencido de que mi visión no es la corriente. Pero es la de quienes han vivenciado y experimentado La Realidad, Dios. Todos sabemos por experiencia cómo nos engañan los sentidos y la propia mente. La mente está condicionada por conocimientos y experiencias anteriores.
Solamente la luz de la conciencia interna nos da seguridad de la verdad de todo cuanto ve y conoce.
Esa luz interna es la única que nos hará Ver y Sentir la verdad de lo que somos.


Darío Lostado
(Hacia La Verdad De Ti Mismo)



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