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lunes, 29 de octubre de 2012

LA ABEJA Y LA FLOR


Volaba y revoloteaba de aquí para allá.
Por fin se posó en una flor.
La abeja comenzó su labor. Comenzó a sorber el polen de la flor.
Era una flor humilde, sencilla.
Las mejillas de sus pétalos se habían abierto al sol naciente.
Tímidamente se quejó contra la abeja: ¿Por qué me picoteas? Cada día extiendo mi bandera de la paz. ¿Por qué me agredes?
La abeja le replicó: Deberías sentirte dichosa y feliz. Eres bella y son muchos los que admiran tu hermosura y colorido.


Pero también puedes endulzarles su existencia. Y yo vengo a ayudarte en tu cometido. Vengo a convertirte en dulzura.
Muchos hombres pasan junto a ti inadvertidamente indiferentes a tu hermosura. ¿Por qué no devolverles con dulzura su indiferencia?
Quizás alguno abra los ojos algún día...
Hasta puede ser que se despierte una sonrisa de amor en su corazón. Están hechos para amar, como yo para hacer miel. pero...


Darío Lostado
(Somos Amor)

2 comentarios:

  1. Bellísimo Guille, también tu endulzas el camino con tus bellos y sabios post

    Un abrazo

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    1. Gracias a ti por tus dulces comentarios.

      Un fuerte abrazo.

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