Nos cuenta Rumi de Masnaví que un viajero llegó a la casa de su amigo y llamó a la puerta.
-¿Quién es? -preguntó desde dentro-
-Yo -respondió el visitante-
-¡Fuera de aquí! En esta casa no hay lugar para ti.
Se marchó pensativo el viajero y meditó en sí y en su amigo. Se preguntaba por qué éste no quería recibirlo.
Después de un cierto tiempo volvió de nuevo y llamó a la puerta.
Su amigo, desde dentro preguntó: ¿Quién es?
Soy tú, respondió el visitante.
El amigo le abrió la puerta diciendo: Ahora que eres yo puedes entrar. En esta casa no hay lugar para dos.
Para penetrar en el corazón de alguien, hay que amarlo sintiéndose uno con él.
Nos une lo esencial. Nos separa lo diferente y accidental.
Lo que importa es el Amor-Uno que es el que nos unifica en lo esencial.
Sentirse Uno con el ser amado es el amor verdadero.
Darío Lostado
(Atrévete A Ser Libre)
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