Estábamos en un gran aeropuerto. Mirábamos aquellas tiendas repletas de preciosos y tentadores objetos para ser comprados. Yo me reía con gran satisfacción, mientras recorríamos aquellas tiendas y escaparates deslumbrantes y atractivos. Un accidental compañero de viaje me dijo: "¿Por qué te ríes?"
Yo le contesté: "Por lo mismo que el sabio Diógenes mientras visitaba la feria de Atenas. Veo todo esto y pienso qué bien me siento no necesitando ninguna de estas cosas en absoluto".
El mundo de la publicidad está montado para hacer que se compren cosas innecesarias. Lo parcialmente útil lo convierten en necesario. Y el incauto comprador cae en sus redes engañosas.
El consumismo es la moderna modalidad de una esclavitud disimulada.
Quien no sabe prescindir de lo superfluo se convierte en prisionero de sus caprichos.
Muchos claman por su libertad, mientras son víctimas fáciles de esas pequeñas esclavitudes sin fin, de deseos y dependencias inútiles e innecesarias.
Son muy pocos los hombres y mujeres libres de deseos inútiles y absurdos.
Darío Lostado
(Atrevete A Ser Libre)
Cosas innecesarias, conocimientos inútiles,responsabilidades innecesarias como estar cuidando perros y gatos....y así muchas más...cada cual con su tema.
ResponderEliminarUn abrazo