En aquel pueblo, todos tenían una prerrogativa y don muy singular.
Al nacer, traían en una u otra parte de su cuerpo una piedra preciosa tan valiosa como un costosísimo diamante . Por eso, allí todos eran ricos con tal don. Pero absurdamente, en aquel pueblo todos vivían en extrema pobreza. Abundaban los mendigos y se sentía la miseria en las calles y casas.
En cierta ocasión, alguien les dijo que podrán resolver su pobreza, ya que tenían dentro de sí la riqueza suficiente para cambiar su vida. Pero lo trataron de iluso y loco; se rieron de él y continuaron viviendo en la misma miseria.
Tiempo después, alguien entre ellos descubrió que era cierto lo que les había dicho aquel desconocido: que dentro de sí tenían esa joya preciosa e inestimable. Él lo había descubierto en sí mismo y sabía que era un don que todos poseían. Pero a pesar de su testimonio, nadie lo creyó y lo consideraron desde entonces como el loco del pueblo.
Todos creían que sería bello y dichoso que fuera verdad, pero eso no podía ser porque ninguna autoridad se los había enseñado: ni el maestro ni el cura ni las personas que parecían más sensatas...
Y así siguieron viviendo miserables, siendo ricos.
A ese pueblo lo llamaron el pueblo de los ignorantes. Y parece que ese pueblo contagió su ignorancia a gran parte del mundo...
Darío Lostado
(Atrévete A Ser Libre)
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