AMIGOS Y SEGUIDORES DE ESTE BLOG

miércoles, 18 de enero de 2012

MENSAJE DE UNA MIRADA

Fue en Agra. Esa bella ciudad de la India del Taj-Majal.
En un banco de piedra, junto a un templo budista, un santón, pobremente vestido, muy flaco, de ojos grandes y expresivos, estaba sentado a la usanza hindú, en actitud que a mí me pareció pedir limosna.
Me acerqué y le dí unas rupias.
El me dijo una frases que no entendí, al mismo tiempo que me miraba y sonreía con un gesto comprensivo, cordial y amable.
Pedí ayuda a nuestro guía para saber qué me había dicho.
Dice, me dijo el guía, que aunque no pide limosna agradece su ayuda porque lo reconoce a usted como compañero del mismo viaje.


Yo me quedé mirando sus ojos grandes y brillantes, hundidos en su cara, y sentí el frescor y la reanimación que siente el sediento caminante en un repentino oasis.
Detrás de sus ojos sentí la calidez del que ama la vida y reconoce, sin diferencias, el amor único que anima en todo y en todos.
Sólo el amor verdadero tiene un lenguaje universal inteligible para todos.


Darío Lostado
(Ama Y Haz Lo Que Quieras)

4 comentarios:

  1. Muchas gracias Darío por transmitir las experiencias que nos hacen ser vida...
    Un fuerte abrazo...

    ResponderEliminar
  2. Me ha emocionado tu relato, ha sido un mensaje de corazón a corazón... yo también he vivido esa mirada, esa presencia que toca el alma. gracias por compartirlo.

    ResponderEliminar
  3. Maravilloso reconocimiento de lo UNO en esas miradas...

    Gracias Darío, gracias Guillem por traer estos extractos tan bellos!

    Un abrazo para ambos...

    ResponderEliminar
  4. Gracias Guille por tan entrañable relato, me ha emocionado profundamente.

    Un abrazo desde el alma

    ResponderEliminar

Siéntete libre de comentar. Gracias.