Ante cualquier acontecimiento de la existencia, mantente sereno, sin caer en la apatía.
El apático es indiferente por falta de vitalidad física o psicológica. El sereno consciente sabe que todo es transitorio, excepto su ser profundo, su yo verdadero, que siempre es idéntico a sí mismo. No se identifica con lo agradable y los acontecimientos favorables, ni se hunde en la tristeza ante lo desagradable.
La Verdad es garantía de paz y serenidad.
El espíritu sereno no puede ser apático porque sabe que su naturaleza es ser energía, inteligencia y amor que deben ejercitarse en todo momento. Y su plenitud consiste en su desarrollo.
Darío Lostado
(Mensajes De Verdad)
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