Muchos suelen vivir pendientes permanentemente de los logros, de los resultados de sus acciones. Piensan que cada acción debe ser coronada por el éxito, por un resultado exitoso. Y la culminación del éxito consiste para ellos en que lo reconozcan los demás.
Pero mi voz me dice:
No son los logros, no son los resultados y el éxito externo lo que debe preocuparte sino el interno de tus acciones que consiste en hacer bien lo que sinceramente crees que tienes que hacer.
Los que buscan ante todo resultados exitosos muchas veces hacen para conseguirlos, lo que no tenían que hacer. Y por más reconocimiento que reciban del exterior, interiormente sienten, por más insensibles que sean, el dedo acusador que les recrimina por haber hecho lo que no debían o porno haber hecho lo que debían.
No siempre conseguirás el éxito externo con el éxito interno de hacer lo que tienes que hacer. Pero debes elegir entre ser fiel a tí mismo o conseguir el aplauso exterior.
Es cierto que en la práctica no siempre resulta fácil o cómoda la elección. Pero la aventura de ser fiel a sí mismo lleva aparejados algunos riesgos que hay que correr.
Cuando seas auténtica y totalmente tú, con toda tu capacidad de consciencia, acción y amor verás que no resulta tan difícil la elección.
Pon lo mejor de tí en lo que haces y abandona el resultado en manos de Quien sabe lo que debe hacer con los resultados.
El que hace que caiga a su momento cada hoja de los árboles hará lo demás.
Darío Lostado
(...Pero Mi Voz Me Dice...)
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