Un famoso profesor de una universidad importante de los EE.UU. había oído hablar de la tranquila paz en que vivían unos monjes de Oriente.
No lo dudó un momento. Viajó y se presentó ante el maestro-guía de aquellos monjes.
Le preguntó el monje: ¿Qué busca usted aquí? ¿A qué ha venido desde tan lejos?
Contestó el profesor: Vivo lejos, en un trabajo constante y abrumador. Y vengo buscando la paz.
Le dijo el monje: ¿Por qué pierde tiempo y dinero? La paz está muy cerca de usted. Está dentro de usted mismo. Sólo es necesario saber descubrirla...
¡Descubrir la paz!
Descubrir que la paz aflora en el corazón de cada uno de nosotros cuando ponemos armonía y orden.
Cuando nuestra casa, nuestra habitación o nuestro escritorio, está desordenado, no sabemos dónde están las cosas, ni siquiera sabemos qué tenemos o cuántas cosas nos estorban. Necesitamos poner orden. Ya organizados respiramos y nos sentimos tranquilos, con más ganas de trabajar y con más gusto de estar allí.
Muchos desánimos, muchos desalientos, muchas inquietudes desaparecerían si pusiéramos orden en nuestros pensamientos, deseos, ambiciones y actitudes. Si supiéramos qué nos falta y qué nos sobra.
Seguramente nos falta más amor a la vida sencilla y nos sobra mucho afán de figurar, de querer parecer más que los otros.
Nos sobra envidia, ambición desmedida.
Cuando estos pensamientos, sentimientos y deseos se reconocen honrada y sinceramente y se organiza la casa interior eliminando lo que sobra y adquiriendo lo que falta, se consigue la paz. Sin ir al Oriente. Sin ir a ninguna parte.
Muchos piensan que esto en la práctica es difícil.
Es difícil sólo cuando se quiere pero no se quiere. Cuando no se quiere de verdad. Cuando se quiere tener paz pero no se quiere quitar lo que sobra, o no se quiere poner lo que falta.
No se puede tener la paz y estar apegado a vanidades inútiles y esclavitudes orgullosas y torpes.
La paz no está lejos para los sencillos de corazón. La paz está dentro de ti. Descúbrela y vívela.
Ninguna paloma mensajera te traerá la paz de ninguna parte.
Ninguna reunión de la ONU ni de organización alguna implantará la paz en tu interior.
Los demás sólo lograrán, a lo sumo, poner orden y tranquilidad exterior, que me temo dura poco tiempo si los individuos, las personas no tienen orden y paz interior.
Tú puedes imponer la paz en ti.
Tu paz será una chispa de paz en el mundo.
Empieza por ahí.
No estás solo. Somos muchos.
La paz puede ser hoy mayor. Y estar más cerca.
Darío Lostado
(Alegría De Ser Tú Mismo)
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