El amor es la Vida.
El amor es unión e integración.
El amor humano es el sentimiento de unidad con otro ser.
El des-amor es separación y desintegración.
El des-amor es destrucción y muerte.
Toda acción y todo sentimiento que no estén regidos dirigidos e impregnados de amor, separan, destruyen y matan.
El que ama se siente uno, unificado con el ser amado.
En el que ama no existe lo mío y lo tuyo.
El que ama no busca nada en el otro.
El que ama solamente siente y desea ser uno en el otro.
El que ama, ama ante todo El Amor.
El que ama El Amor ama la unidad.
En el que ama la unidad no hay "otros" sino que él se siente en los "otros" y siente a los "otros" en él.
Todo amor a "otro" que excluya a "otros" está expuesto a la disolución y la muerte por ser un amor excluyente y por tanto deficiente.
El amor ardiente, apasionado, es amor de deseo.
El amor de deseo no es amor de unidad, sino de posesividad.
El amor de deseo existirá mientras "el otro" sea un objeto útil para la propia satisfacción. Cuando la satisfacción desaparezca surgirá el resentimiento, el olvido, el desamor y hasta el odio.
Solamente el amor al Amor, al sentimiento de unidad total y universal, es un amor que nunca falla.
Amar el Amor es amar todo cuanto existe, amar al Ser, a Dios.
Este amor al Amor es la base del amor a la pareja, al amigo, a la Naturaleza, a los familiares, las cosas... todo.
Cuando el amor a alguien no está basado e incluido en el AMOR total, aparecerán las sombras negras, las nubes grises y las tormentas destructoras provocadas por la egolatría del ego exclusivista y ruin.
El amor verdadero, creativo, generoso, integrador, luminoso, surge y brota natural y espontáneamente en nosotros, cuando llegamos a tener una conciencia clara de nosotros mismos, de lo que somos en nuestro ser profundo.
Mientras no tenemos una conciencia clara y experimentada sobre lo que somos, hemos de recurrir constantemente a los consejos y preceptos que se no dan para que nos amemos o a la conveniencia o necesidad que tenemos de amarnos. No debemos amar porque así se nos ha mandado, sino que se nos ha mandado porque ésa es nuestra misión para cumplir nuestra naturaleza y en ese cumplimiento y realización de nuestra naturaleza encontramos la paz y la felicidad.
No debemos amar porque se nos manda sino que se nos manda porque eso es lo mejor para nosotros.
El amor no puede ser impuesto. El amor es un sentimiento que debe brotar natural y espontáneamente al tener un elemental conocimiento de lo que somos, de lo que son los demás y de lo que es el Universo y Dios mismo.
Cuando tenemos una conciencia clara de nuestro Ser, lo natural es amar. Entonces no podemos dejar de amar.
La ignorancia sobre nosotros mismos es la única causa del desamor.
Cuando nos vemos y vemos al mundo con una mirada interior nos damos cuanta de que no podemos sino amar porque todo es amable, todos son dignos de nuestro amor y nos sentimos unidos y solidarios con Todo.
En cambio cuando nos miramos y miramos a los demás con la mirada raquítica y ruin de nuestro "yo" inferior, con nuestra mente distorsionada que ve enemigos y rivales por todas partes, entonces nos sentimos amenazados y ofendidos por infinitas cosas y en constantes y numerosas ocasiones.
Mientras vivamos dirigidos por nuestro "yo" inferior será imposible que sintamos la felicidad de amar y ser amados.
Todo lo que es Vida es efecto de amor.
El amor es tanto más auténtico y verdadero cuanto más expansivo y universal es.
Cuanto más limitado y reducido es el objetivo de nuestro amor, nuestra conciencia es más pequeña y miope.
En la medida en que nuestra conciencia se expande, se amplía y profundiza, también se agranda el objetivo y campo de nuestro amor y crece en la misma medida y es más auténtico y verdadero.
Cuanto más profunda y clara es mi conciencia en el conocimiento de mí mismo y del mundo que me rodea, mayor es mi sentimiento de unidad y de amor.
Todo ser vivo se mantiene con vida mientras hay unidad, compenetración, integración entre sus partes.
La muerte, por el contrario, sobreviene cuando sus partes empiezan a desintegrarse.
El amor es la vida y el desamor es la muerte.
Cuando nosotros nos sentimos más Uno, más integrados con todos y con todo, tenemos más amor y más vida.
Cuando nos aislamos y nos separamos (no física sino afectiva y tendencialmente) de los demás, menos vida tenemos, más desintegrados estamos de La Unidad, de La Vida. de Dios.
No es la compañía, la proximidad, la unión física la que constituye la integración y el amor entre las personas. Es el sentimiento profundo, sincero, que brota de la comprensión de lo que soy y lo que es el otro, el que constituye y conforma el amor.
Una piedra permanece piedra mientras la tendencia y unión de sus moléculas y átomos es lo suficientemente fuerte para mantenerse integrados y unidos unos con otros.
Nadie puede separar a dos o varios seres que se aman si su sentimiento y deseo de unidad es lo suficientemente fuerte y profundo. En la medida en que ese sentimiento está más profundamente enraizado, más durará la integración y unidad entre ellos.
Unidad, integración, vida, Amor... todo es lo mismo.
División, desintegración, desamor y muerte... es lo mismo.
Darío Lostado
(Hacia La Verdad De Ti Mismo)
Wow.. cuan cierto es todo esto!!
ResponderEliminarMuchas gracias por este post... llega en un momento oportunno.
Saludos Guillem!