Vino a mí un excelente profesional que se sentía muy preocupado.
Había en él una sincera aspiración por su desarrollo integral, pero se encontraba totalmente descorazonado y abatido.
Me decía: Mis circunstancias no me permiten dedicar ni un momento para mí. La familia, el trabajo excesivo y agobiante me ocupan todo el día desde que me levanto hasta que me acuesto. En esas circunstancias no puedo ver nada claro. Las situaciones concretas de mi existencia son las que mandan en mi vida.
Le dije: Mientras estás volcado y obsesionado por esas circunstancias que te agobian, más alejado estarás de ti mismo. Y al estar fuera de ti, todo lo verás con la complejidad alborotada de tu mente. El día que empieces a dedicar algún tiempo a centrarte en ti mismo, todo cambiará. Puedes hacerlo en esos momentos medio perdidos entre trabajo y trabajo. Son instantes que puedes dedicar a respirar profundo y sentir tu YO real ahí, dentro de ti, en lo más íntimo de tu ser. Entonces, irás viendo que las circunstancias pierden fuerza y valor y no te sentirás agobiado por ellas.
Siempre que damos más importancia a las situaciones que a nosotros mismo, estamos abandonando las riendas de nuestra vida a esas circunstancias. Se crea un círculo vicioso: cuanto más atención, tiempo e importancia damos a las circunstancias, menos nos ocupamos de nosotros mismos. Y a medida que abandonamos el mando de nosotros mismos, más nos esclavizan las circunstancias. Se hace imprescindible tomar el timón de tu propia vida ocupándote más de ti, sin lamentar tus circunstancias.
Photo by Guillem.
Date cuenta de que tú eres más importante que todo lo que haces y lo que ocurre en tu derredor. Deja que los ignorantes llamen a esta posición egoísta. Si te preocupan tales acusaciones, es señal clara de que estás encerrado en tu "ego personal".
El sano egoísmo, o lo que es lo mismo, la preocupación por tu ser verdadero hará que luego trabajes mejor por los demás y seas más desinteresadamente generoso y solidario por los demás.
No te dejes atrapar por las circunstancias de tu vida.
Tú eres más importante que todas ellas. Esas circunstancias sin ti son nada para ti.
Libérate de tu "yo personal" que quiere quedar bien ante los demás y se preocupa ante todo ¡¡¡de ser tenido como trabajador solidario, generoso y cumplidor!!!
Sé tú. Pero tú no eres tu ye personal vanidoso. Tú eres la lucidez amorosa que quiere expresarse como tal, siempre.
Tus circunstancias son situaciones cambiantes de tu existencia. Tú, en cambio, eres lo permanente. Tú eres el que da sentido y valor a cuanto haces.
El valorador es más importante que lo valorado. Una tonelada de diamantes no valen nada si no hay alguien que los valore.
No renuncies a tu capacidad de valorador de las cosas y las circunstancias.
Darío Lostado
(Atrevete A Ser Libre)
Sin palabras.........
ResponderEliminarComparto en facebook.........
_/\_
hermoso
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