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sábado, 24 de septiembre de 2011

ESTAR EMPAPADO DE AMOR


No todos podemos ser millonarios en dinero. Pero todos podemos vivir empapados de amor.
Me de miedo hablar o escribir sobre esta palabra tan maltratada, tan desgastada, ajada, manoseada, profanada.
Pero ésta es la primera y última palabra del Universo. Por amor existo.
Por amor vivo.
Por amor se hizo el mundo, se conserva y se mantiene.
Por amor hay niños.
Por amor hay familias.
Por amor hay sociedad.
Por amor existe todo.
Y yo, el mundo, los niños y la sociedad andamos mal cuando el amor se resiente, flaquea o desaparece.
Sólo nos comportamos mal, como malos, por inconsciencia e ignorancia.
Inconsciencia e ignorancia de que la disminución de amor en mí hacia mí mismo, los demás y el mundo, es mi propia autodestrucción.
Allí donde hay amor hay armonía y felicidad.
En criterio del mundo de nuestros días, todo se consigue con dinero.
Quizás casi todo.
Menos la felicidad.
La felicidad sólo está allí donde hay amor.


Se dice que el dinero no da la felicidad pero ayuda a conseguirla.
Solamente eso es verdad cuando no se tiene lo indispensable para vivir. Entonces el dinero es un medio e instrumento necesario para subsistir. No para ser feliz subsistiendo simplemente.
La fuente y causa de la felicidad sólo se halla en el amor. En el amor activo que yo tengo. No en el pasivo.
La felicidad no está en ser amado sino en amar.
Muchos son infelices por no ser amados, quizás. Es propio de los niños y de las personalidades infantiles. Ellos, los niños sólo deben ser amados. Aprenderán a amar solamente cuando sean amados y lo sean tierna y profundamente.
Muchas personas a quienes les cuesta mucho amar, es porque fueron de niños poco amados.
Muchos son infelices a pesar de ser amados porque ellos no aman. Incluso pueden ser más infelices que si no fueran amados porque al no responder amorosamente al amor que reciben, sienten un mayor vacío, una mayor angustia al verse sin frutos, sin sus verdaderos frutos, sin el fruto propio del ser humano que es amar.
Son árboles bien regados y abonados que no dan fruto.
Dondequiera que exista una chispa de alegría verdadera existirá que el amor.
Dondequiera que existan sentimientos fuertes, fecundos, vivificadores, allí existirá amor.
Todos conocemos personas con salud, belleza, dinero, fama, confort..., que no son felices.
Algunos tienen la sinceridad de confesarlo.
Conocí en una ocasión un muchacho de 15 años, muy inteligente. Un verdadero fenómeno de inteligencia de la naturaleza. Había escrito ya varios libros. Daba conferencias por las Universidades. Tenía el título de Doctor honoris causa por alguna Universidad. Tenía dinero... Pero vivía triste. No deseaba vivir.
A aquel cerebro privilegiado para conocer y saber, le faltó saber una cosa sencilla: Que el hombre sólo es feliz cuando ama. Que el que es capaz de amar es feliz.
No todos pueden ser millonarios en dinero.
Pero todos podemos vivir empapados de amor.
No depende de nadie.
Sólo de ti. De cada uno de nosotros.
Ni depende de ser correspondidos en el propio amor.
Eso es lo mejor y suele ser lo normal cuando se ama bien. El que ama sólo si le aman, ya no ama bien. Y es muy probable que pronto deje de amar.
El que se cansa de amar porque no le corresponden, no amó de verdad.
El que ama en tanto en cuanto le aman es un calculador. No un amador.
El que pone condiciones para amar, nunca amará.
El que ama con celos, ama desde el cerco, la periferia del amor. No desde el centro del amor.
El que se queja ante la persona amada, de los sacrificios que ha hecho por ella, nunca la amó de verdad.
El que ama sólo porque la otra persona le gusta, le agrada, es un sensual hedonista. No un amador.
El que impide que su persona amada se desarrolle como persona en su capacidad y dimensión de amor generoso y universal, No la ama de verdad.
El ser humano sólo es feliz con amor y por amor.
El que está empapado de amor verdadero, siempre tendrá una razón para ser feliz. Porque él está dando sus frutos, sus verdaderos frutos.


El que ama generosamente y de verdad puede sentir el no ser correspondido.
Pero el sufrimiento más profundo para el que ama de verdad consiste en ver que la persona amada no recibe su amor y no desarrolla su capacidad amorosa y por tanto no podrá ser feliz.
Cuando tú amas a una persona y ésta no hace lo que realmente la hará feliz, tú sufres porque quieres con tu amor hacia ella que reaccione y también ella ame.
El amador egoísta busca siempre solamente la correspondencia a su amor.
El amador de verdad quiere que su amor despierte en la persona amada también amor, porque es su mayor bien y el único camino de felicidad.
Si el amador es también amado por la persona a quien él ama se sentirá completamente dichoso.
Pero su objetivo al amar no es principalmente ser amado sino que la otra persona crezca desarrollando su capacidad de amar.
Es muy lógico y lícito desear ser correspondido en el amor. Y suele ser un gran sufrimiento la falta de correspondencia amorosa.
Pero el que ama de veras, ama sin condiciones de correspondencia. Ama porque siente que debe amar.
El que deja de amar cuando cree que no es correspondido, no amaba tanto a la otra persona cuanto a sí mismo.
Cuando el que ama es correspondido tiene tres satisfacciones: la de amar, la de ser amado y la de ver que la persona que él ama hace lo mejor que puede y debe hacer: amar.
Cuando el que ama no es correspondido, no tiene la satisfacción humana de ser amado y correspondido. Pero tiene la satisfacción de amar y ver que la persona amada recibe su amor y se moviliza su capacidad amorosa.
Si el que ama no es correspondido y además ve que la persona amada rechaza su amor y se cierra en sí misma sin desarrollar su capacidad amorosa, el amador tiene el mayor sufrimiento de amor.
El día que veamos que nuestra satisfacción intima y felicidad profunda está en relación directa con nuestro grado de amor, sentiremos el deseo de estar empapados de amor.
El mundo estará mejor cuando sus habitantes se empapen de amor. No cuando hay mucha producción solamente.
Tarde o temprano el mundo será de quienes amen.
Si quieres hacer algo útil por el mundo, por tu familia, por ti, empápate de amor.


Darío Lostado
(La Alegría De Ser Tú Mismo)




2 comentarios:

  1. La palabra "amor" está demasiado denostada, pero es enorme...

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  2. El que no se siente amado o querido y sin esperanza de serlo se pierde con gente que no le conviene,que le hacen creer que odiar y ser violento es el único camino para sentirse mejor y sacar esa rabia de no sentirse ,pero lo que no sabe que el mundo te de vuelve lo que te das y esa espiral de odio y,envidia y rencor cada vez se va agrandando,y le va autodestruyendo haciendo caer ,el las drogas ,y el alcohol,por eso cuando te falta amor en tu vida empieza queriendo la naturaleza,queriendo te a ti mismo y pronto esa base dejará sentirte que la vida es mejor de lo que pensabas no por lo que tienes sino por lo que eres capaz de sentir y hacer sentir a los demás y con esperanza y creencia en uno mismo,seguro que logras salir de ese pozo de desesperación y abrazate al amor por lo que te rodea y el te lo devolvera casi siempre.

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