El deseo de felicidad es innato y universal. Todos queremos y ansiamos ser felices:
1. Porque no vivimos lo felices que quisiéramos.
2. Porque todos sentimos en el fondo de nosotros mismos que podemos y estamos llamados a una felicidad plena.
Si no tuviéramos la capacidad y posibilidad de serlo jamás sentiríamos ese anhelo tan profundo e insistente de felicidad...
Cuanto más cerca vislumbramos la luz más ansiamos estar en ella.
Nuestra felicidad es la Luz irradiante amorosa que está pidiendo y exigiendo inundarnos y expresarse en nuestra existencia, porque no hay felicidad humana sin un profundo amor generoso y efectivo. Nadie será jamás feliz, si su vida no es expresión de amor vivo e irradiante.
Darío Lostado
(Mensajes de Amor)
La felicidad, la alegría y la paz son inherentes al Ser, a eso que interpenetra y da soporte a todas las formas.
ResponderEliminarAl ser nuestro derecho de nacimiento, pasamos la vida como el hijo pródigo, buscando la vía de retorno a la casa del padre.
Cada individuo traza su propio camino en el viaje de vuelta, pero todos arriban a la misma morada, a su centro, a su corazón, y ahí estaba la felicidad previamente intuída y que tanto anhelaban encontrar.
Precioso Guillen. Perfecto recordatorio.
Un abrazo.
Muy oportuno recordatorio! Gracias Guillem!
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