No perdona quien no olvida la ofensa.
El ego de toda personalidad no puede amar, porque su esencia es ser centro de toda su existencia.
Mientras amemos desde nuestro ego, por más emoción o sentimentalismo que parezca haber en el amor, será tambaleante porque no tiene profundidad.
Quienes dicen que perdonan pero no olvidan, son un ejemplo claro de esta clase de amor engañoso del ego. En verdad, cuando amamos de veras, ni siguiera llegamos a sentirnos enojados porque el amor auténtico es ante todo comprensivo y ve que toda ofensa del otro proviene siempre de su ignorancia y no de la maldad. Sólo hay que comprenderlo.
Darío Lostado
(Mensajes De Amor)
Guillen, que preciosa entrada y que valiosa enseñanza.
ResponderEliminarLas relaciones personales siempre son un sucedaneo de nuestra necesidad de sentirnos completos, por eso acaban siendo siempre disfuncionales. En cambio el amor que surge de ver a Dios en el otro, sea cual fuera la faz que presente, ese es un amor sin segundo y no exige nada.
Gracias y un abrazo.
Hola Aviló,
ResponderEliminarmuchas gracias por compartir esta excelente reflexión.
Un fuerte abrazo.