Parece una paradoja. Muchos piensan que hay que trabajar mucho para conseguir un gran carácter, una personalidad desarrollada...
Y es justamente lo contrario. Cuando me despreocupo de mi personalidad y me ocupo de ser auténticamente Yo, mi Yo verdadero y real -que no es el de mi personalidad-, mi carácter y mi personalidad son la expresión natural y espontánea de la sencilla fortaleza de mi verdadero ser, y sobrepasa todas mis expectativas de lo que deseaba conseguir para mejorar mi personalidad.
Cuanto más auténticamente soy Yo, en mi Yo verdadero, menos he de preocuparme por desarrollar mi personalidad. Ésta va apareciendo sola, alimentada de la plenitud de mi ser.
Es cierto que esa personalidad natural y auténtica choca con ciertas formas y convencionalismos sociales que sólo buscan quedar bien, someterse y acomodarse a las imposiciones de la colectividad.
Quien desee conseguir una fuerte y desarrollada personalidad debe identificarse plenamente con su Verdadero Ser, su Yo Real y profundo, del que se originará la personalidad más adecuada.
Darío Lostado
(Despertar A La Conciencia Día A Día)
Gracias Guillem!.
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